Gracias a los avances tecnológicos en el campo de la odontología, los implantes dentales son una solución ante la caída de los dientes cada día más segura y cómoda. El reemplazamiento de los dientes no es sólo una cuestión estética sino que no hacerlo puede ocasionar importantes problemas de salud bucal y una importante repercusión en nuestra autoestima.
A menudo, cuando vamos a ponernos un implante dental nos encontramos con rangos de precio diferentes: clínicas con ofertas especiales, otras de precios muy altos, etc. La mayor diferencia no estriba en la clínica que elijamos sino en la calidad del implante dental.
Por otro lado, muchas personas sólo acuden al dentista cuando ya existe un problema grave en su boca y son necesarios servicios costosos. Una correcta prevención activa, buena higiene dental, revisiones periódicas…, ayudaría a evitar muchos tratamientos. No visitar regularmente al dentista porque se temen sus altos precios acaba saliendo mucho más caro con el tiempo.
Los materiales que se usan en las clínicas dentales no son baratos. Una unidad dental está compuesta por un sillón dental, cuyo precio puede llegar a superar los 30.000 euros, a lo que se suman otros elementos adicionales, como cámara intraoral, turbina, micromotor o pieza de mano.
Además, un implante requiere la colaboración con un laboratorio de prótesis dentales, que al igual que los dentistas difieren en el precio según su calidad. Los buenos técnicos protésicos dedican gran tiempo y cuidado a sus prótesis, lo que revierte en el precio final.
Los materiales utilizados encarecen el producto final. Hay una gran diferencia entre una prótesis fabricada con materiales de gama baja por un laboratorio que trabaja con técnicos de baja cualificación, que una elaborada con materiales de calidad por técnicos sobradamente preparados y constantemente actualizados.
Para ofrecer soluciones de garantía a los pacientes, los odontólogos necesitan trabajar con materiales que cumplan con estándares de calidad y seguridad para el paciente y que repercuten en el presupuesto de un tratamiento. El acero u otros materiales empleados en tratamientos de ortodoncia o el titanio de un grado de dureza adecuado, son buenos ejemplos. En el caso de la prótesis sobre implantes, la utilización de componentes originales y el método de fabricación, también influyen.
Otros factores a tener en cuenta en los implantes dentales
Los odontólogos son profesionales de la salud que necesitan seguir formándose y especializándose durante toda su vida profesional, al igual que los médicos. Un buen dentista tiene que dedicar una parte importante de sus ingresos a cursos y formaciones de postgrado para poder seguir ejerciendo su profesión.
Además, los mejores odontólogos son “artistas” y su buen proceder y resultados tiene un valor añadido que les lleva a contar con más pacientes recomendados en sus consultas. Los mejores odontólogos reciben honorarios acorde a su talento y destreza individuales.
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