Hasta no hace mucho tiempo, llevar una ortodoncia se asociaba a los más jóvenes; sin embargo, cada vez es más frecuente ver a adultos que llevan diferentes tipos de ortodoncia para corregir distintos problemas bucales.
¿Por qué llevar una ortodoncia?
Las razones que nos llevan a tomar esta decisión son variadas, desde el deseo de corregir alteraciones estéticas a poner remedio a otras más funcionales. Las más recurrentes son:
- Haber discontinuado una ortodoncia anterior sin haberse colocado previamente retenedores que impidan que los dientes vuelvan a su posición anterior.
- Ciertas enfermedades de las encías que las debilitan y favorecen la caída de piezas.
- El deseo de tener una sonrisa más bonita con los dientes alineados correctamente.
- Corregir problemas funcionales: como las llamadas “mordidas cruzadas”, que alteran la masticación y que pueden estar asociadas a bruxismo, dolor de espalda, alteraciones del sueño, dolor de cabeza, etc.
Consejos para llevar ortodoncia
En todo caso, la decisión de llevar una ortodoncia, sea del tipo que sea, se asocia a ciertos cambios en los hábitos de higiene y alimentación (pequeños en todo caso), pero que es interesante tener en cuenta:
- Extrema la higiene bucal: puede que algunos tipos de ortodoncia, como las que llevan brackets, impidan utilizar hilo dental, por lo que es recomendable sustituirlo por cepillos interdentales para asegurarnos de que no quedan restos de comida entre los dientes o en la propia ortodoncia. Además, es importante utilizar un cepillo de dientes especial para ortodoncias, que permitan acceder fácilmente a toda la dentadura. Si la ortodoncia que llevas se puede quitar al comer, las llamadas removibles, debes cuidar también su higiene, cepillándola cuidadosamente tras cada comida; para su higiene, también se pueden utilizar las mismas pastillas que se utilizan para limpiar las dentaduras postizas.
- Evita las rozaduras y llagas: es posible que, durante los primeros días, el roce de la ortodoncia con el interior de la boca produzca pequeñas heriditas. Para evitarlo, hazte con un envase de cera dental en la farmacia, que es muy fácil de aplicar y evita esas molestias iniciales.
- Cuida tu dieta: evitarás que se rompa o que se desprenda alguna pieza de la ortodoncia, lo que implicaría aumentar la duración del tratamiento. Para ello, evita alimentos demasiado duros (como ciertos caramelos o los alimentos con hueso –costillas, alitas de pollo, frutas con hueso, etc.). No se deben tomar alimentos pegajosos, como chicles, o con mucho azúcar, como refrescos. Sea como sea, tras cada comida lávate bien la boca para evitar la proliferación de caries.
- No te olvides de la caja: si tu ortodoncia es removible y se puede quitar para comer, asegúrate de que la caja para guardarla va contigo a todos los sitios. Con ello evitarás ponerla en lugares poco higiénicos o dejarla sobre servilletas, etc., que favorecen que se puedan perder.
Siguiendo estos pequeños consejos y las recomendaciones de tu dentista el tratamiento será un éxito y, en menos de lo que esperas, lucirás una sonrisa bonita y mejorarás notablemente tu calidad de vida.
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