Una correcta higiene bucal y evitar los alimentos ricos en azúcar son dos factores fundamentales para mantener unas encías sanas, así como no fumar, ni olvidarnos de la revisión periódica con el dentista. Otro punto imprescindible a tener en cuenta es lo que comemos a diario, por eso hoy te contamos cuáles son los alimentos ideales para cuidar tus encías, toma nota.
La importancia de masticar
Las encías son las que soportan los dientes, así que mantenerlas fuertes es la mejor manera de lucir una dentadura bonita y sana. Además del cepillado habitual, podemos conseguirlo mediante frutas que requieran un esfuerzo al masticar.
Manzana, pera, melocotón o naranja, estimulan la circulación de la sangre de las encías con la masticación, por un lado, y por el otro al comerlas hacen una especie de barrido de la placa bacteriana, parecido al que conseguimos con el hilo dental, contribuyendo a eliminar las bacterias presentes en los restos de comida.
De entre todas, la manzana es la estrella, siempre entera y con piel, aunque en ningún caso comer alguna de estas frutas sustituye la higiene dental. Además hay que tener especial cuidado con la ingesta de cítricos porque en exceso pueden dañar el esmalte de los dientes.
Vitamina D y calcio, para prevenir
Las enfermedades periodontales, como la gingivitis, se deben en gran parte a las bacterias presentes en los restos alimenticios que quedan atrapados entre los dientes. La Vitamina D facilita la absorción del calcio y el fósforo, haciendo nuestras encías y dientes mucho más resistentes a este tipo de infecciones.
La fuente de Vitamina D por excelencia es la exposición al sol, pero también está presente en alimentos como los pescados grasos (arenques, salmón, caballa, sardinas o atún), el hígado de vacuno o el huevo.
El calcio lo encontramos en los lácteos, pero también en las espinacas, los garbanzos, los calamares, el brócoli, la col rizada o el tofu.
Vitamina C, para producir colágeno
El colágeno es una molécula proteica, responsable de mantener unido el tejido conectivo, así como del grado de firmeza y elasticidad de músculos, piel, huesos, ligamentos, etc. Es también el principal componente de las encías, por lo que su pérdida puede causarnos problemas importantes en las mismas, como las encías retraídas.
Conforme vamos cumpliendo años la producción de colágeno disminuye, pero los alimentos con Vitamina C nos pueden ayudar a que no decaiga, ya que estimulan su formación.
Naranja, limón, pomelo, mandarina, kiwi, pimiento rojo, perejil, grosella negra, brócoli, berros o papaya, son algunos de los alimentos más ricos en esta vitamina, así que no pueden faltar en tu dieta diaria.
En general, una alimentación saludable, abundante en frutas y verduras, legumbres y pescado azul, junto con una higiene bucal correcta y cuidados médicos, nos asegurará unas encías fuertes y sanas, que se distinguen por su firmeza y color rosado.
Además de la limpieza dental anual y su correspondiente revisión, si notamos que las encías se oscurecen, sangran, duelen, se inflaman o se reducen, es necesario acudir a nuestro especialista para que nos indique el diagnóstico y el tratamiento adecuados.
Cuidar nuestras encías no es solo una cuestión de estética o de evitar las molestias que provocan cuando están inflamadas, las enfermedades periodontales están vinculadas a mayor riesgo de problemas cardiovasculares, diabetes o de parto prematuro, así que mantenerlas en perfecto estado es vital para nuestra salud y bienestar general.
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