La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que muchos conocemos ya por formar parte de la vida de muchos de nuestros mayores. Se caracteriza por una pérdida de la memoria inmediata y de otras capacidades mentales, a medida que mueren las neuronas y se deterioran diferentes regiones del cerebro.
Síntomas y diagnóstico del Alzheimer
Por lo general, el síntoma inicial de que se está padeciendo Alzheimer es la incapacidad de adquirir nuevos recuerdos, si bien este síntoma suele confundirse con actitudes relacionadas con la vejez o el estrés. La Alzheimer’s Association ha creado esta lista de señales de advertencia de la enfermedad de Alzheimer y otros tipos de demencia, que puede ser útil para conocer la enfermedad.
Ante la sospecha de Alzheimer, el diagnóstico se realiza con evaluaciones de conducta y cognitivas, así como a través de neuroimágenes.
En 2015 la Primera Conferencia Ministerial de la OMS sobre la Acción Mundial contra la Demencia estimó en 47,5 millones el número de casos en el mundo. Otro estudio calculó que en el año 2006, un 0,4 % de la población mundial estaba afectada de Alzheimer y que la prevalencia se triplicaría para el año 2050. Es decir, estamos ante una patología a la que muchos de nosotros estará expuesto, sobre todo en un mundo en que la esperanza de vida no deja de crecer.
El Alzheimer es incurable, así que debemos enfocar nuestros esfuerzos en prevenirlo o retrasar su progreso. Para ello, no hay nada mejor que mantener ocupada la mente y ejercitarla convenientemente. Y una de las formas más eficaces de hacer eso es aprendiendo a manejar dos o más idiomas.
Aprendiendo idiomas
Los estudios al respecto del aprendizaje de idiomas como forma de retrasar la aparición del Alzheimer son muchos y diversos.
Recientemente, por ejemplo, se publicó un artículo en la revista Behavioral Brain Research, llevado a cabo por Brian Gold, en el que se revisaron los hallazgos acerca del bilingüismo. Según el autor, muchos de los resultados hallados por sus investigaciones y las de otros científicos, apuntan a que ser bilingüe actúa como una especie de protección contra la destrucción de neuronas.
Por otro lado, las personas que manejan con soltura dos o más lenguas tienen el doble de probabilidad que las que hablan solo una de mantener una función cognitiva normal después de sufrir un accidente cerebrovascular. Así lo sugiere un estudio publicado en Stroke, la revista de la American Heart Association. Además, el estudio también refleja que dominar más de un idioma también retrasa el Alzheimer.
Según Subhash Kaul, investigador principal y promotor del registro de ictus en el Instituto de Ciencias Médicas de Nizam (NIMS, por sus siglas en inglés) en Hyderabad (India):
Se tiende a pensar en la enfermedad de Alzheimer como la única causa de la demencia, pero hay que saber que el accidente cerebrovascular es también una causa importante […] Nuestro estudio sugiere que actividades que promueven la estimulación intelectual realizadas a través del tiempo, desde una edad temprana, o incluso a partir de mediados de la vida, puede proteger a una persona contra el daño causado por un derrame cerebral.
Tampoco es estrictamente necesario ser bilingüe desde pequeños para disfrutar de sus beneficios cognitivos: aprender un idioma de adulto puede ayudar a retrasar los efectos del envejecimiento, según señala Ellen Bialystok, profesora de Psicología de la Universidad de York en Toronto (Canadá), de acuerdo con su estudio publicado en noviembre en la revista Neurology.
Bialystok llevó a cabo este estudio con 450 pacientes con Alzheimer. La mitad había hablado dos lenguas la mayor parte de su vida y el resto una. Los que hablaban más de un idioma comenzaron a exhibir los síntomas y se les diagnosticó la enfermedad entre 4 y 5 años más tarde. En palabras de la investigadora, la razón por la que el bilingüismo es tan potente a la hora de protegernos contra la demencia es que mantiene muy activo el cerebro cuando se practica con regularidad. Es como «un gimnasio para el cerebro».
Es decir, que aprender un idioma puede ser beneficioso a cualquier edad, y resulta un importante entrenamiento cerebral, junto con otros, que puede retrasar los síntomas de esta enfermedad.
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Armando Bastida