Meditar puede tener beneficios para la salud mental y el bienestar, así que se aconseja tanto para personas que tienen un nivel relativamente elevado de estrés como para aquellas que se encuentran mejor psicológicamente hablando, pero quieren ser más conscientes de su cuerpo y sus vivencias.
El Mindfulness es fácil de encajar en tu vida cotidiana, en realidad, así que aquí tenéis algunas ideas para ayudaros a empezar:
1. Planifica un rato de tranquilidad
Si cada minuto de tu día está lleno de cosas que hacer, organízate un rato para estar simplemente tranquilo. Busca un hueco en tu agenda y cúmplelo siempre como harías con cualquier otro compromiso.
2. Apunta las cosas que tienes que agradecer
Todos tenemos problemas, grandes o pequeños, y es más fácil centrarse en lo que va mal. Pero también tenemos mucho que agradecer. Llevar un diario de «cosas a agradecer» es la mejor forma de ser más consciente de las cosas buenas que nos ocurren.
3. Disfruta de la naturaleza
La vida moderna puede hacerte olvidar que somos parte del mundo natural. Acuérdate de la belleza que tiene la naturaleza saliendo a caminar, o simplemente mirando por la ventana.
4. Apaga el móvil y el ordenador
Disfruta de una mini desintoxicación digital. Estar conectado todo el tiempo te hace estar pendiente de la próxima llamada o interrupción. Tener la televisión o la música de fondo significa que no puedes escucharte pensar. Empieza por desconectar todos los aparatos durante 10 minutos para darte cuenta de todo lo que estás pensando, sintiendo y haciendo durante ese periodo de tiempo. Repite la experiencia y busca ratos para una pausa, sea lo que sea que esté pasando.
5. Sonríe
Cuando sonríes, estás más feliz. También tendrás respuestas más positivas por parte de otras personas, y después de un tiempo se convertirá en un buen hábito.
6. Recuerda que los pensamientos no son hechos
En tu cabeza, siempre estás teniendo una conversación contigo mismo. Pero pensar algo no lo hace real. Sé objetivo y pregúntate qué está sucediendo realmente.
7. Escúchate a ti mismo
Las emociones, por otro lado, son muy reales. Escucha tus sentimientos y sé tan honesto contigo mismo como lo serías con tu mejor amigo.
8. Cambia tu rutina por un momento de meditación
Ya sea lavarte de los dientes, ducharte o lavar los platos… Tu rutina diaria está llena de momentos de dejar la mente en blanco. Elige una cosa que hagas todos los días y convierte en un hábito dar a esta actividad toda tu atención.
9. Tómate un descanso a la hora de comer
Cuando llega la hora de comer, trata de relajarte. Aléjate de tu lugar de trabajo para relajarte y disfrutar de tu almuerzo. Esto es tan útil como si estuvieras en casa durante todo el día.
10. Sé consciente de tu respiración
Presta atención a tu respiración. Puedes hacerlo en cualquier momento del día o de la noche. Trata de empezar con 10 respiraciones, contando cada respiración. No trates de hacer tu respiración más rápida o más lenta, simplemente deja que tu cuerpo fluya con ella, y observa cómo te sientes. Si lo practicas habitualmente podrás aumentar el número de respiraciones.
Dale una oportunidad a algunas de estas ideas y mira a ver si te sientes más tranquilo y menos estresado. Piensa en ello como una forma disfrutar de tu vida y de vivirla a tu manera.
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