Dispositivos tecnológicos, aplicaciones móviles, Internet, redes sociales… el escenario 2.0 es cada vez más amplio y llega a más sectores de la vida cotidiana. Gracias a las nuevas tecnologías podemos hacer la compra, pedir cita con el médico, hablar con familiares y amigos que están a miles de kilómetros de distancia, reservar billetes para viajar, comprar entradas para espectáculos… y así hasta casi el infinito.
Tanto es así, que incluso las personas de más edad, a priori menos propensas a usar estas tecnologías por el escaso valor que aportan a su vida, han empezado a disfrutar de las ventajas que les ofrece una tecnología cada vez más intuitiva, útil y fácil de manejar.
Geolocalización
Representa una ayuda para los cuidadores de personas mayores y para los usuarios que empiezan a tener problemas para orientarse y desplazarse solos a ciertos lugares. Prácticamente todos los smartphones permiten instalar aplicaciones de geolocalización y la mayoría de los medios de transporte público ya disponen de aplicaciones diseñadas para calcular recorridos, proponer varias alternativas de ruta y ubicar a las personas con respecto al recorrido que van a realizar.
Agenda
Las aplicaciones y cuentas de correo electrónico que almacenan los datos en la nube permiten tener una agenda organizada y muy detallada disponible en cualquier dispositivo para no olvidarse absolutamente de nada. Estas además permiten la instalación de alarmas y avisos de diferente categoría para recordar cada evento y clasificarlo según su importancia o prioridad. Por su parte, la mayoría de los servicios médicos públicos y privados permiten no solo pedir cita por Internet, sino sincronizar la agenda y enviar un recordatorio por diferentes medios (llamada telefónica, correo electrónico o mensaje instantáneo) para evitar olvidos y despistes.
Teleasistencia
Cada vez más personas mayores que viven solas recurren a estos dispositivos conectados telefónicamente con una central que se ocupa de verificar que el usuario se encuentra bien o si necesita algo. El dispositivo se completa con un sistema de llamada de emergencia que el usuario puede llevar colgado o puesto en la muñeca para alertar a los servicios sanitarios de cualquier emergencia en el hogar (una caída, una urgencia médica…) y solicitar ayuda de manera rápida. Algunos de estos sistemas de teleasistencia, además, se encargan de avisar a los familiares a través del teléfono móvil.
Seguimiento
Las aplicaciones móviles de actividad física se han sofisticado cada vez más, de manera que son capaces de medir parámetros muy importantes para la salud, como son las horas de sueño, los alimentos que se ingieren, el gasto calórico aproximado… y además ofrecen recomendaciones sobre actividad física, envejecimiento saludable, etcétera. Asimismo, existen dispositivos para medir ciertos parámetros de salud (acetona, glucemia, ritmo y frecuencia cardiaca…) que registran los valores e incluso los envían a los especialistas para simplificar el proceso y aliviar la tarea al paciente. Estos dispositivos son de gran ayuda para los pacientes con patologías crónicas que tienen que seguir tratamientos en casa, ya que les orienta acerca de la pauta terapéutica y de las posibles modificaciones que haya que introducir sobre la marcha sin necesidad de avisar al especialista.
Para facilitar el seguimiento de las terapias, se están desarrollando pastilleros inteligentes que además de facilitar la distribución de los fármacos a lo largo de la semana, vienen equipados con un sistema de alertas y recordatorios para avisar a los pacientes y a su entorno de cuándo deben tomarlos o pedir envases nuevos.
Ocio
La tecnología para mayores no sirve únicamente para controlar la salud o mitigar las consecuencias de los achaques de la edad. Gracias a ella los usuarios senior pueden formar grupos para practicar deporte, hacer amigos, buscar pareja en su misma franja de edad y con sus mismos intereses, viajar, acudir a actividades culturales… Además, la tecnología ha adaptado juegos de cartas, crucigramas, retos mentales… para que los mayores mantengan su cerebro en forma a través del juego.
En definitiva, los especialistas en desarrollos tecnológicos insisten en señalar que debemos dejar de pensar en las nuevas tecnologías como algo únicamente para gente joven, ya que las más mayores pueden disfrutar de ellas para divertirse, cuidarse y tener una mejor calidad de vida. Según las opiniones expertas, estos sistemas y dispositivos son clave (y aún lo serán más) en la implantación del denominado envejecimiento activo. Por lo tanto, es necesario asumir el reto de reducir drásticamente la brecha digital no solo desde un punto de vista técnico, sino político, económico, ético, social y cultural.
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