Actualmente en España hay más de siete millones de personas afectadas por la artrosis u osteoartritis, siendo esta la enfermedad reumática más frecuente entre la población, especialmente entre las personas de edad más avanzada. Según los datos que aporta la Organización Mundial de la Salud, el 28% de la población mayor de 60 años sufre de artrosis sintomática. A continuación os explicamos en qué consiste y por qué aparece esta patología y cuáles son los tratamientos que existen para mejorarla.
¿Qué es la artrosis?
La artrosis es una enfermedad crónica que afecta a las articulaciones, afectando especialmente a las rodillas, las manos, la cadera o la columna vertebral. La artrosis puede cursar con inflamación y es una enfermedad degenerativa que está muy relacionada con el desgaste o envejecimiento de las articulaciones.
Para poder entender qué causa la artrosis debemos saber que las articulaciones son las uniones o conexiones entre los huesos del esqueleto. Estas conexiones permiten el movimiento entre los huesos, como en el caso del codo o la rodilla, y para facilitar este movimiento se hallan recubiertas del cartílago: un tejido que actúa como amortiguador y que facilita el movimiento de la articulación.
La artrosis aparece cuando el cartílago se desgasta o se deteriora, de modo que los huesos que forman parte de una articulación en concreto comienzan a rozarse y se produce dolor. Cuando el cartílago va desapareciendo, los huesos siguen creciendo por los lados, y es como se produce, además, la deformación de la articulación.
¿Qué edad es la más común para empezar a tener artrosis y por qué?
La artrosis afecta por igual a hombres y a mujeres. Sin embargo, en el sexo femenino suele aparecer a una edad más temprana que en el masculino: hacia los 45 años en el caso de las mujeres y a partir de los 60 en el caso de los hombres. En ambos casos, la artrosis aumenta de forma exponencial a partir de los 50 años de edad.
En el caso de la artrosis de rodilla en las mujeres, una de las causas más importantes (además de componentes genéticos, obesidad, posibles traumatismos) es la menopausia: esto puede deberse a la caída en la producción de estrógenos en este momento del ciclo vital de la mujer, ya que se ha comprobado que el cartílago que recubre las articulaciones contiene receptores de esta hormona. Por el momento los estudios que hay sobre la relación entre menopausia y artrosis presentan resultados no del todo concluyentes, pero es conveniente tenerlo en cuenta como una de las posibles causas.
¿Cuáles son las causas de la artrosis?
A pesar de que a día de hoy no se puede hablar claramente de causas de la artrosis, sí que hay una serie de factores de riesgo que hay que tener en cuenta a la hora de hablar de esta patología:
- Edad: como hemos dicho, las personas de edad avanzada suelen ser las más afectadas por la artrosis. No es un factor excluyente, ya que existe un tipo de artrosis ligado a personas jóvenes (artrosis prematura) que puede estar provocado por traumatismos o por sobreentrenamiento deportivo.
- Sexo: como decíamos, las mujeres tienen una mayor prevalencia en el caso de ciertos tipos de artrosis, como la de rodillas o la de manos.
- Actividad laboral y actividad física elevada: los movimientos repetitivos en algunos trabajos o los entrenamientos muy duros (en el caso de atletas de élite) pueden facilitar la aparición de esta patología.
- Genética: la artrosis puede ser hereditaria.
- Obesidad: aunque no se trata de un factor de riesgo a la hora de la aparición de la artrosis, sí que puede agravar la situación del paciente, sobre todo si se sufre en rodillas o en caderas. El exceso de peso limitará aún más el movimiento de las personas que sufren artrosis en estas zonas del cuerpo.
- Traumatismos: las fracturas de huesos pueden favorecer su aparición.
Tratamientos y resultados de los tratamientos contra la artrosis
A la hora de diagnosticar una artrosis de rodilla (o de cualquier otra articulación) se utilizan distintas técnicas: desde la entrevista personal con nuestro médico hasta la radiografía, la resonancia magnética y la ecografía de alta resolución.
Una vez diagnosticada la artrosis se pasa al tratamiento de la misma, que se realiza de forma multidisciplinar, incluyendo ejercicios físicos adaptados a cada paciente y tratamiento farmacológico con analgésicos, antiinflamatorios y condroprotectores en caso de ser necesario. Al tratarse de una enfermedad degenerativa, el objetivo del tratamiento de la artrosis siempre será el de mejorar el dolor y la incapacidad funcional sin provocar efectos secundarios. En algunos casos la artrosis puede requerir una intervención quirúrgica.
No se trata de una enfermedad grave, pero sí que afecta a la calidad de vida del paciente, que ve mermada su capacidad de movimiento y puede caer en el sedentarismo. Por eso es muy importante la detección temprana para poder comenzar a seguir un tratamiento de prevención lo antes posible.
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