Los pequeños suelen quejarse de molestias en la zona de la garganta y, por tanto, hay que visitar al pediatra para que le examine y le dé el mejor tratamiento en cada caso.
En este artículo, vamos a hablarte de la faringoamigdalitis, de sus síntomas, de las causas y del tratamiento más habitual para poder calmar esta condición.
Síntomas de la faringoamigdalitis
Cuando hablamos de faringoamigdalitis, nos estamos refiriendo a una inflamación de la zona de las amígdalas y la orofaringe. Se trata de una condición bastante habitual en los niños y causa dolor en la zona de la garganta y de las anginas.
Se trata de una enfermedad que aparece por contagio y, por tanto, es una de las más frecuentes en las consultas de pediatras. Puede ser que se contagie porque otra persona está infectada o, también, porque la enfermedad se transmita por el aire.
Algunos de los síntomas más comunes son:
- Aparición de fiebre
- Congestión nasal
- Malestar físico
- Cansancio
- Dolor de cabeza
- Dolor de garganta
- Dificultad al tragar y respirar
Como ves, la sintomatología es muy similar a un catarro o resfriado común. Con la diferencia de que el foco de dolor suele situarse en la zona de la faringe.
Causas de la faringoamigdalitis
Como ya hemos indicado, la causa más habitual de la faringoamigdalitis es el contagio. Se trata de una afección que puede ser vírica (más del 80% de los casos lo son), pero también puede ser bacteriana.
Debido a la situación de contacto directo que viven los niños en su día a día, la faringoamigdalitis es una enfermedad muy habitual en personas de 5 a 15 años. Sin embargo, también puede aparecer en adultos (aunque su incidencia es menor).
¿Cómo prevenir la faringoamigdalitis?
Para evitar que tu hijo pueda contagiarse de esta infección, es esencial que conozca algunos métodos preventivos. Ten en cuenta que el principal motivo de la aparición de dicha enfermedad es por contagio, por tanto, se deberá extremar la higiene.
Los consejos esenciales para evitar la faringoamigdalitis son:
- Enseñar a los niños a que se laven las manos con frecuencia
- Darles desinfectantes de manos para que vayan limpiándose durante el día
- No compartir utensilios como vasos, cubiertos o comida
- Evitar el contacto directo con personas que estén enfermas
- Tratamiento para curar la faringoamigdalitis
La faringoamigdalitis es una condición que se puede tratar siguiendo la prescripción del pediatra. Es esencial que evites la automedicación y que sigas las recomendaciones de un profesional de la salud.
De todas formas, el tratamiento más común de esta afección suele ser la administración de penicilina vía oral. Este tratamiento suele alargarse durante unos 10 días para, así, asegurarte de que se ha eliminado el virus de forma completa.
Además, con este tratamiento también se consiguen aliviar los síntomas más molestos de la faringoamigdalitis como son la fiebre o el dolor de garganta. Al tomarlo, el niño evita que otra persona pueda contagiarse con dicha enfermedad al debilitarla al máximo.
También se puede optar por la amoxicilina vía oral, en el caso de que se padezca alergia a la penicilina. De todos modos, lo más prudente es que sea el propio pediatra quien os indique el tratamiento a seguir.
Eso sí, deberás evitar al máximo el uso de antibióticos. El motivo es que cuando la enfermedad es viral, estos medicamentos no son apenas efectivos para lidiar contra los virus.
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