No se trata de una malformación congénita, sino de una situación adquirida, siendo uno de los problemas ginecológicos más frecuentes antes de la pubertad, sobre todo entre los 6 meses y los 6 años.
La sinequia vulvar puede ser total o parcial (la más habitual). Generalmente no produce síntomas y es detectada en las exploraciones rutinarias del pediatra. Si es total, puede ocasionar molestias o dificultad para orinar y, más raramente, infecciones de orina.
La sinequia no se debe a un defecto en el desarrollo intrauterino, sino que se produce durante los primeros meses de vida. Puede deberse a múltiple causas, como el bajo nivel de estrógenos de las niñas antes de la pubertad, el uso casi exclusivo de toallitas húmedas en la higiene genital, irritación local (dermatitis del pañal), etc.
En la mayoría de los casos es identificada en las revisiones rutinarias realizadas por el pediatra. La mayoría son transitorias y se resuelven espontáneamente cuando aumenta la producción de estrógenos al llegar la pubertad.
Las sinequias vulvares son muy frecuentes en niñas pequeñas, pero si no dan problemas y sólo son un hallazgo casual en la revisión del niño sano, no es necesario hacer nada. Sobre todo, no es necesario ni conveniente intentar separar los labios manualmente si la niña no es capaz de colaborar.
¿Qué hacer en caso de sinequia?
La actuación en caso de sinequiva vulvar dependerá de los síntomas.
Si no produce ningún síntoma no es necesario tratarlo. Con el crecimiento y el aumento de la actividad de la niña los labios se irán separando naturalmente. Y con la pubertad y el aumento de las hormonas se acabará de completar el desarrollo de la mucosa y el problema se irá.
Si hay infecciones de orina, dificultades para orinar o vulvovaginitis de repetición entonces sí se puede considerar la posibilidad de tratar la sinequia para disminuir los síntomas.
¿Cómo tratarla?
Las sinequias vulvares se pueden tratar incluso en casa con una crema. El tratamiento con crema se hace con estrógenos o con corticoides y hay que aplicarlo a diario durante 1 ó 2 meses. Suele ser muy efectivo, aunque a veces los labios vuelven a adherirse al suspenderse el tratamiento.
Se puede optar por aplicar una crema de estrógenos en casos de sinequias leves y hasta los 36 meses de vida, pero funciona peor en las niñas mayores de 3 años o cuando las adherencias son densas o fibrosas.
Tanto la separación manual como la aplicación de cremas de estrógenos deben ir acompañadas de unas medidas de cuidado e higiene para que los labios no vuelvan a adherirse:
- Utilizar jabones con pH neutro.
- Evitar tejidos ceñidos y sintéticos.
- Retirar con suavidad las secreciones acumuladas en los pliegues labiales usando esponjas suaves o la mano.
- Limpiar los genitales de adelante hacia atrás para evitar la contaminación de la vulva y vagina con agentes infecciosos de las heces.
- Tras limpiar y secar la zona, hidratar los genitales con cremas suaves a base de vaselina o vitamina A+D.
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