A medida que avanza el embarazo van surgiendo dudas al respecto de lo que hay que hacer una vez llegado el momento del parto. Tener lista la bolsa de la mamá y del bebé con suficiente antelación evita olvidos y nervios de última hora. De esta forma, en torno al séptimo mes de gestación es recomendable tener a punto lo siguiente:
Para la mamá
- Documentación. Mete en tu bolsa una carpeta con la siguiente documentación para tenerla a mano en el momento de ingresar en el centro sanitario: carné de identidad, tarjeta sanitaria de la seguridad social (si vas a dar a luz en un centro público), tarjeta de tu aseguradora (si vas a hacerlo en una maternidad privada) y las últimas pruebas que te hayan realizado en el control de embarazo.
- Camisones. Dos o tres camisones amplios, cómodos y de tejidos transpirables serán suficientes para los días que la mamá vaya a estar ingresada después de dar a luz. Hay que prestar atención a que puedan abrirse por la parte delantera para dar el pecho y a que estén libres de lazos, adornos o botones que puedan molestar al pequeño.
- Ropa interior. Lo mejor es llevar braguitas desechables o de algodón confeccionadas sin costuras ni adornos. La finalidad es facilitar la higiene, que la piel transpire y que sean cómoda.
- Zapatillas y bata. Para estar cómoda en la habitación.
- Compresas. Para cuidar la higiene y evitar manchar la ropa con el sangrado posterior al parto.
- Sujetadores de lactancia. Igual que con los camisones, serán suficientes dos o tres.
- Neceser. Que contenga los productos habituales para el aseo personal (peine, cepillo de dientes, pasta dental, champú, gel de baño, jabón neutro…).
- Discos de lactancia. Para evitar manchar la ropa con la leche materna.
- Crema para cuidar los pezones. Evitar grietas y heridas en la mama es fundamental para implantar la lactancia materna sin dolores ni problemas para la madre.
Para tu bebé
Bodies. Los bebés se ensucian mucho, de manera que es conveniente llevar una buena provisión de bodies o ranitas para cambiarlo con la frecuencia que sea necesaria (en torno a seis mudas completas). Normalmente, mientras está en la maternidad, no necesitará mucha más ropa, excepto algún pijama y la ropa que vaya a llevar el día que le den el alta.
Según la temperatura de la habitación puede ser necesario que el pequeño lleve un gorrito y calcetines para evitar que pierda calor. Llévalos por si acaso.
Hay que cuidar que la ropa del pequeño sea suave, que no le apriete demasiado y que no lleve cremalleras, apliques, lazos, cordones, botones o corchetes que se le puedan clavar o con los que se pueda hacer daño.
Pañales y toallitas húmedas. En este sentido, también se aplica la recomendación de llevar una buena provisión de pañales, ya que los pequeños van a necesitar cambios frecuentes. Hay que coger la talla de recién nacido.
Crema para el culete. Seguramente no sea necesaria en los primeros días, pero es conveniente tenerla en la bolsa por si acaso, ya que la zona del pañal es la que más roce sufre y la piel del recién nacido es muy delicada.
Arrullo. Para cogerlo en la habitación y, sobre todo, para el día de salir del hospital es conveniente tener un arrullo, toquilla o mantita con la que arropar al bebé. El tejido y el grosor dependerán de la época del año en la que nazca el pequeño.
Higiene diaria. En muchas maternidades ofrecen los productos básicos de higiene diaria para el bebé. No obstante, si son las familias las encargadas de llevarlos, deben meter en el neceser un cepillo de cerdas suaves, jabón específico para bebés, loción hidratante y agua de colonia para perfumar la ropa del bebé, nunca para aplicarla directamente sobre la piel.
Finalmente, hay que tener prevista la ropa que la mamá y el bebé llevarán puesta una vez que les den el alta y puedan marcharse a casa. En ambos casos hay que tener prevista la mayor comodidad. Además, para garantizar la seguridad del pequeño hay que hacer el viaje hasta casa a bordo vehículos dotados de sistemas de retención homologados.
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