¿Qué beneficios produce el refuerzo positivo?
El refuerzo positivo estimula la capacidad de esfuerzo y la capacidad para detectar las propias fortalezas del menor.
Cuando se premia lo que un niño/a hace bien, naturalmente tiende a esforzarse para conseguir más recompensas similares, ya que se ha condicionado el refuerzo, en este caso, positivo, a la realización de una determinada conducta.
Las ventajas de lo anterior residen en que el niño aprende lo que está bien y quiere repetirlo.
La práctica continuada de la educación con refuerzo positivo, llevará al niño/a inconscientemente a valorar el esfuerzo.
Por otro lado, al reforzarse las actuaciones positivas que salen del niño, sin indicarle qué es lo que debe o no hacer, el pequeño/a tenderá a fijarse también en aquello que se recompensa y le resulta más fácil llevar a cabo. A día de hoy, esto se considera un aprendizaje impagable.
¿Por qué? Porque como indica Marcus Buckingham en “Ahora. Descubre tus fortalezas”, el mayor potencial de crecimiento de una persona no se encuentra en saber hacer de todo un poco, como tradicionalmente se ha venido incentivando, sino que se encuentra precisamente en las áreas de sus mayores fortalezas. Es decir, lo que hacemos bien sin que nos cueste mucho trabajo. Lo que se nos da bien por naturaleza.
La motivación del refuerzo positivo
Esta estrategia motivará al pequeño/a a buscar la recompensa o la aprobación, pero, también algo más. Los estímulos positivos pueden despertar en el niño las ganas de actuar y, si no son compensados por castigos, le impulsará a actuar sin miedo a equivocarse. ¿No es eso de lo que va la vida?
Es importante que el pequeño aprenda que el error forma parte del aprendizaje y te catapulta hasta la solución. No que se paralice por miedo a no hacer las cosas bien, y no haga nada.
Utilizando el refuerzo positivo, es más fácil despertar en el niño/a la ilusión, el impulso a seguir hacia adelante. Además, el refuerzo positivo tenderá a ayudarle a volver a levantarse después de caer, y no existe nada más importante cuando esto llega a formar parte de un rasgo de la personalidad.
Mejora la receptividad
Los comentarios positivos hacen que los pequeños estén más receptivos y presten más atención a lo que se les indica. Por tanto, favorece que aprendan más fácilmente y con menos esfuerzo. Después de todo, a nadie –ni pequeños ni mayores- le gusta que le estén diciendo todo el tiempo que no.
Favorece la autoestima
Normalmente los sucesos negativos se recuerdan 5 veces más que los positivos. Utilizar el refuerzo positivo en la educación, evita pequeños traumas y tiende a mejorar la imagen que el pequeño/a tiene de sí mismo/a. En definitiva, su autoestima. Y ¿no nos hace eso falta a todos?.
En este punto, las ventajas se extienden del plano educativo al psicológico y comportamental. Con ello, se contribuye a combatir frustraciones y desánimos.
El objetivo del refuerzo positivo
Para terminar, conviene poner de manifiesto que el objetivo principal de usar refuerzos positivos es contribuir a fomentar actitudes y conductas que son y serán importantes para el desarrollo del niño y para su vida posterior.
El refuerzo positivo social, simplemente, consiste en obsequiar al niño/a con una respuesta estimulante o agradable cuando realice un comportamiento que se quiere reforzar. Pero, más importante aún, es elegir con cuidado esos comportamientos.
Actualmente no hay ningún comentario sobre este tema.
¡Sé el primero en hacerlo!