La adolescencia es la etapa en la que niños y niñas empiezan a convertirse en adultos. Pero esto no es algo que pase de la noche a la mañana, sino que es un proceso largo, lleno de cambios hormonales, fisiológicos y nuevas experiencias. Esto suele derivar en comportamientos extraños, teniendo en cuenta las personas que solían ser, ya que están tanteando la persona en la que se convertirán.
Ser un padre o madre en este proceso tampoco es algo fácil, ya que su camino para convertirse en adultos pasa por alejarse de la dependencia y seguridad que ofrece el núcleo familiar; y aunque estos adolescentes no estén preparados para su emancipación emocional, sí que deben empezar a adquirir la responsabilidad de su propia vida.
La adolescencia en 10 consejos
Para que este proceso no se haga cuesta arriba y la concordia reine en vuestros hogares, ofrecemos una serie de consejos que te ayudarán a sobrellevarla de la mejor manera. ¡Toma nota!
1. Infórmate: busca libros, artículos escritos por profesionales, habla con psicólogos… Cuanto mayor sea la información con la que cuentas, mejor podrás reaccionar a los imprevistos que vayan surgiendo.
2. Habla las cosas antes de que ocurran: una de las cosas que más afecta en la adolescencia es la irrupción del sexo en sus vidas, en todo su significado. Debido a que es un tema tabú en muchas familias, no se suele hablar de cuales son las conductas seguras (que previenen ETS y embarazos no deseados), ni la emociones que suelen aparecer asociadas a él, pero sus cuerpos sufrirán cambios y empezarán a notar sensaciones nuevas, que antes no tenían. Por ello, es importante anticiparse
3. Ponte en su lugar: todos hemos sido adolescentes, y como tales, hemos hecho locuras o cosas que ahora no podemos justificar y que no haríamos. Pero al igual que recordamos esas cosas, recordamos lo perdidos que estábamos y los dilemas que anidaban en nuestra cabeza. Debido a esto, es importante empatizar con los adolescentes e intentar comprenderlos, sin que ello signifique que debas abandonar tu posición como padre o madre.
4. No lo discutas todo: aunque seguramente sepas muchas de las respuestas que tu hijo o hija busca, debes dejar que él/ella mismo/a descubra algunas de ellas. Si no le dejas hacer nada de lo que quiere, solo abrirás una brecha entre vosotros, e incentivarás una actitud de rebeldía que podría descontrolarse. Deja que se tiña el pelo, que razonablemente escoja el estilo de ropa que quiera, y guárdate las balas para cuando lleguen las batallas importantes.
5. No esperes demasiado: al llegar a la edad adulta, el mundo y tú mismo esperas que tu hijo empiece a posicionarse en esta etapa, pero debe hacerlo a su ritmo. La madurez tarda en llegar, y las habilidades que ésta trae consigo, también, por lo que déjalo que dé algunos palos de ciego y muéstrale que le apoyas pase lo que pase.
6. Mantén a tu hijo/a informado/a: debido a la naturaleza de la adolescencia, muchas veces estos adolescentes experimentan cosas de las que no conocen nada, y además les da igual. Informa a tu hijo/a de los riesgos y beneficios de las nuevas experiencias que ofrece la vida, como puede ser el sexo.
7. Estate atento a las situaciones de alarma: muchas veces, el camino que escoge tu hijo le puede llevar a callejones sin salida, lo que puede ponerle en peligro. Si estás atento a los indicadores de peligro (aumento o pérdida excesiva de peso, cambios drásticos de la personalidad, faltar a clase contínuamente, etc.), podrás detectar los riesgos antes de que sean irreversibles.
8. Respeta su intimidad: como parte de llegar a la edad adulta, la intimidad se convierte en un derecho y aspecto importante; y aunque siga viviendo bajo tu mismo techo, debes empezar a soltar la correa progresivamente para que pueda adquirir autoconciencia y autocontrol que serán vitales en su futuro.
9. Presta atención a lo que ve y lo que lee: sin que se sienta vigilado, es importante que, aunque vayas dejándole más libertad, sigas controlando un poco lo que ve o lee, ya que el mundo está lleno de gente mala que se intenta aprovechar de jóvenes confusos.
10. Pon normas y cúmplelas: establece normas que permitan a tu hijo o hija desarrollarse correctamente, y que le alejen de ambientes perjudiciales. Premia el cumplimento de las normas con una mayor amplitud de éstas y castiga la desobediencia con una mayor severidad.
Si sigues estos consejos, conseguirás suavizar la convivencia en este momento tan delicado, porque, aunque va a seguir siendo difícil educar a un adolescente, con la mente bien predispuesta y con las cosas claras, podrás conseguirlo.
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