Enero suele ser el mes del año en el que más personas se ponen a dieta: ya ha pasado la Navidad, con sus comidas copiosas, sus brindis de celebración y sus típicos dulces navideños, y la mayoría de la gente comienza el nuevo año con dos o tres kilos de más. Además, durante el periodo vacacional nos alejamos de nuestra rutina, tanto de la alimentaria como de la física, y esto también colabora a que lleguemos a enero un poco pasados de peso.
El principio de año, casi ya hasta juntarse con la temida «operación bikini», es la época dorada de las dietas exprés o dietas milagro: ardides publicitarios que nos prometen pérdidas de peso grandes en muy poco tiempo y, por supuesto, sin sufrir, sin pasar hambre y sin hacer ejercicio. ¿Demasiado bonito para ser verdad? Entonces es que no lo es.
El auge de las dietas detox
Si hay un tipo de dieta milagro que ha sobresalido por encima de las demás en los últimos años, esa es la dieta detox. La premisa es sencilla (aunque no cierta): tu cuerpo se ha intoxicado por comer demasiado y es necesario limpiarlo para perder el peso ganado. Estas «limpiezas» se llevan a cabo a través de días de semiayuno en los que solamente se consumen ciertos «zumos depurativos» que venden determinadas empresas. Al tomar esos zumos ayudamos a nuestro cuerpo a eliminar las toxinas que nosotros mismos hemos introducido y se produce una pérdida de peso.
¿Por qué no necesitas una dieta detox?
Básicamente porque tu cuerpo no está intoxicado. Las toxinas que puede haber en nuestro cuerpo no proceden en ningún caso de la comida, por muy calórica que ésta sea, y además nuestro cuerpo dispone de un sistema que elimina toxinas a diario: los riñones. No necesitamos ayudarlos siempre que funcionen de forma correcta, mucho menos con zumos vegetales.
Este tipo de dietas detox promueven un consumo diario muy pequeño de calorías, muy por debajo de las que necesitamos para que nuestro organismo funcione correctamente. Además, no son equilibradas en cuanto a macronutrientes: al consumir solamente zumos vegetales, estamos brindando a nuestro cuerpo, básicamente, hidratos de carbono (componente principal de las frutas y verduras) y muy pocas grasas y proteínas, necesarias para cumplir funciones básicas de nuestro organismo.
¿Es posible perder peso con una dieta detox? Sí, seguramente lo perderás, pero la mayoría del peso que pierdas será agua (suele tratarse de zumos o batidos diuréticos) y masa muscular. El agua la recuperarás en cuanto vuelvas a beber, y perder masa muscular (manteniendo la masa grasa) no es una opción interesante: a menor masa muscular en nuestro cuerpo, menos calorías estaremos quemando incluso en los momentos de reposo.
Aparte de todo esto, las dietas detox promueven un acercamiento a la comida poco recomendable que puede derivar en problemas mayores: nos dan la idea de que podemos pasar momentos de atracones o de «me como todo lo que encuentro» porque luego pasaremos otros dos, tres o cinco días casi sin comer, y de esta manera lo compensamos. De ninguna manera comer sin control para luego ayunar es un hábito alimenticio saludable ni que haya que promover en la población.
¿Qué hago si quiero perder los kilos de la Navidad?
Si crees que estas Navidades te has pasado con los platos y quieres poner remedio lo más importante es que te pongas en manos de profesionales de la salud. Acude a la consulta de un dietista-nutricionista que evaluará tu caso de manera personal y diseñará una dieta sostenible con la que puedas volver a tu peso sin crear carencias nutricionales de ningún tipo y sin recurrir al ayuno.
Además de cuidar tu alimentación es importante que retomes tus antiguos hábitos saludables lo antes posible: ¿has pasado las Navidades sin entrenar por falta de tiempo o de energía? Enero es el mes perfecto para marcarte nuevas metas y para retomar los entrenamientos. Realiza un planning semanal en el que estipules cuánto tiempo y cuántos días vas a dedicar a ponerte en forma de nuevo, e intenta cumplirlo a rajatabla, sobre todo las primeras semanas para recuperar así el hábito del ejercicio físico.
Por último, lo mejor que puedes hacer de cara al año que viene es la prevención: que la Navidad y otras festividades no signifiquen comer sin control. Es posible disfrutar de la comida, la bebida y la compañía sin excedernos, y esa debería ser la premisa para las Navidades de 2016.
Maria Muñoz Egoscozábal
Gabriel pompas hodara
sandra bastida jimenez
Adriana Rivera
Lucía
maria
Dora