Las legumbres son uno de los productos más saludables y ricos en nutrientes que existen. Tienen un bajo índice glucémico, gran cantidad de proteína vegetal y mucha fibra. Sin duda, se tratan del ingrediente estrella de la dieta mediterránea, que se puede consumir tanto en frío como el caliente. Ahora que platos como el hummus se han convertido en una opción deliciosa y saludable para aquellos que quieren cuidar su dieta o incluso perder peso, ¿por qué no atreverse con la pasta de legumbres?
¿Qué aporta la pasta de legumbres a mi cocina?
Este tipo de pasta está realizada con harina de legumbres, es decir, garbanzos, lentejas, judías o guisantes se muelen hasta conseguir una harina a partir de la cual se elabora esta pasta. Podrás encontrarla en supermercados y tiendas de nutrición y dietética. Esta pasta aporta una gran cantidad de nutrientes ya existentes en las legumbres, tales como la fibra vegetal, que es saciante y contribuye a mejorar el funcionamiento del aparato digestivo. También aporta proteínas vegetales, importantes en una dieta de adelgazamiento y en dietas veganas y vegetarianas. La proteína ayuda a saciar durante más tiempo, evitando así el consumo indiscriminado de snacks. Y por último, las legumbres, al contrario que las harinas refinadas y sus derivados, tienen un índice glucémico bajo, es decir, liberan energía de manera lenta, evitando un pico de azúcar en sangre, por lo que tardaremos más tiempo en sentir hambre.
Además, este tipo de pasta es ideal para personas alérgicas e intolerantes al gluten. Ahora obtendrán todos los beneficios de las legumbres mientras disfrutan de un plato de pasta. Eso sí, no debes olvidar que las legumbres y la pasta no son comparables desde el punto de vista nutricional. Es decir, por un lado es necesario comer legumbres y, por otro lado, también hay que comer pasta. Un alimento no es sustitutivo del otro, ya que los aportes son distintos.
¿Cómo puedo preparar la pasta de legumbres?
Al igual que preparas tu pasta blanca, la pasta de legumbres sigue el mismo proceso de cocción. Una vez preparada, podrás añadir tus ingredientes favoritos. Si quieres potenciar sus valores nutricionales, opta por saltear dicha pasta con verduras y hortalizas tales como la calabaza, las espinacas o los champiñones. También puedes optar por añadir unos tomates cherry tanto al natural como salteados.
Si decides optar por una salsa, te recomendamos preparar una salsa de tomate casera o marinata. Cocina tú mismo esta salsa con tomates enteros triturados, cebolla, ajo y especias para obtener los mejor de la huerta en tu salsa y elaborado de la manera más natural en tu propia cocina. Así evitarás los azúcares presentes en salsas de tomate frito y controlarás la cantidad de grasa que pones en tu salsa.
Si quieres añadir carne, elige siempre las magras para complementar tu pasta de legumbres y una salsa ligera. Con este plato tendrás un gran aporte proteínico que te mantendrá saciado durante más tiempo.
¿Por qué es mejor optar siempre por la opción integral?
Ante la duda, siempre es mejor elegir preparados de harinas integrales o de legumbres y de arroces integrales. Las harinas refinadas tienen un aporte nutricional muy bajo, ricos en azúcares y pobres en nutrientes, por lo que aportan calorías vacías. En cambio, optar por una alimentación integral nos ayudará a llevar una dieta rica en nutrientes esenciales, como proteínas, fibra y distintas vitaminas y minerales necesarios para el correcto desarrollo de nuestro cuerpo.
La fibra nos ayuda a mejorar nuestro tránsito intestinal y a prevenir el estreñimiento, especialmente habitual en las embarazadas y en personas con dietas pobres en fibras y que beben poca agua. Además, su potente efecto saciante nos ayuda a controlar mejor nuestra alimentación y aporta energía durante más tiempo.
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