La dieta disociada es un concepto ya asentado en nuestra sociedad, y su uso no está tan extendido como debería, ya que es una dieta muy saludable que no excluye casi ninguna comida de la tabla de alimentos permitidos. Esto hace que su seguimiento sea mucho más fácil, y que la moral de mantenerla no decaiga tras los primeros días.
Las dietas disociadas consisten principalmente en un equilibrio y diferenciación de los distintos alimentos que existen; haciendo especial énfasis en que los hidratos de carbono y las proteínas nunca deben consumirse juntas.
Esto lo justifican basándose en que cada tipo de alimento, se digiere de una manera distinta, siendo el pH necesario distinto, las enzimas actrices en el proceso distintas y el tiempo de absorción de estos alimentos diferentes también. Lo que nos lleva al enunciado mismo, que los hidratos de carbono y las proteínas no deben ingerirse juntas si deseamos una digestión ligera y correcta.
Las reglas básicas de las dietas disociadas
Las reglas básicas de las dietas disociadas son:
- Prohibido mezclar proteínas con hidratos de carbono
- No se pueden mezclar proteínas con almidón
- Evita comer fruta sola con el estómago vacío
- No combinar frutas ácidas con frutas dulces
- Elimina los límites de las cantidades de alimentos que puedes consumir
- Solo se puede beber agua
- Evitar consumir alcohol y café
Adicionalmente, esta dieta también aporta consejos sobre los distintos alimentos y cómo consumirlos. Con respecto a la carne, se permite comerla en todas sus variantes, eso sí, bajo recomendación de cocinarla a la plancha o al vapor.
Con los pescados, las indicaciones son las mismas que con la carne. Con los productos lácteos, lo recomendado en esta dieta es consumirlos de tipo light, y siempre a media mañana o a media tarde. Por último, sobre los frutos secos, la recomendación es tomarlos solos y en los mismos horarios que los lácteos, a media mañana y a media tarde.
Ventajas de las dietas disociadas
Como hemos explicado anteriormente, la principal ventaja de este tipo de dietas es la permisividad que ofrecen en cuanto a los tipos de alimentos que puedes consumir. Al contrario que otras dietas, en esta no se te prohíbe comer nada en concreto, lo que hace que seguirla sea mucho más sencillo. El único requisito que se te pide a cambio es que seas inteligente a la hora de combinar los alimentos.
También es importante mencionar que, al igual que en cualquier otra dieta, es aconsejable acudir a un especialista antes de empezarla. Así nos aseguraremos que estamos cumpliendo la dieta como es debido y que además, es la ideal para nosotros.
Otro consejo importante es el de realizar ejercicio físico mientras se realiza la dieta, ya que así se conseguirá alcanzar los retos que se proponen al empezarla de manera más rápida y efectiva.
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