Afortunadamente, contamos con fuentes naturales que nos pueden ayudar a ello, como son los alimentos ricos en vitamina B5. Aun cuando el ácido pantoténico o vitamina B5 constituye una molécula necesaria para todos los sistemas biológicos, su biosíntesis se realiza únicamente por las plantas, arqueobacterias y bacterias (como las del colon).
Se trata de una vitamina hidrosoluble que, en estado puro, es de color amarillo y viscosa. Sin embargo, se comercializa normalmente en forma de pantotenato de calcio, que es más estable, de color blanco cristalino e inodoro.
Como su propio nombre indica, “pantos”, se encuentra en todas partes. Es decir, en las células de los microorganismos y de los tejidos animales y vegetales. De ahí, que su carencia no sea frecuente, salvo casos graves de malnutrición.
La vitamina B5 constituye una parte importante de la coenzima A, fundamental para generar energía, ya sea a partir de grasas, proteínas o hidratos de carbono. También es esencial para la síntesis de la melatonina, el funcionamiento del hígado, la síntesis del colesterol y las grasas, y los fosfolípidos en las membranas de las células.
La cantidad diaria recomendada es de 6 mg/día (en caso de adultos).
Alimentos ricos en ácido pantoténico
– Hígado, especialmente el de pollo. Aunque también destaca el de ternera
– El salvado de trigo y arroz
– Los huevos, especialmente la yema de los mismos
– Diversos frutos secos. Destacando los cacahuetes y las semillas de girasol
– Los lácteos. En especial el suero de leche en polvo y el queso, aunque unos quesos tienen más ácido pantoténico que otros. Entre aquellos quesos en los que se encuentra más presente el ácido pantoténico, encontramos el queso roquefort, el queso azul, el Gjetost (un tipo de queso noruego de color marrón) o el Camembert
– Los garbanzos
– El salmón, sobre todo, aunque también está muy presente en el atún y en el pescado en general. Así como en las huevas de pescado o el caviar
– Las setas. En especial, un tipo de setas denominado shitakee, pero también en los champiñones
– En diversos cereales. Sobre todo en la avena. También tiene una alta presencia en el amaranto o en el centeno. Así como en el alforfón o el trigo sarraceno y la espelta (otra variedad de trigo)
– Los aguacates
– Los tomates secos
– En la carne de ternera, el chorizo y la carne de pavo, especialmente
– En algunos alimentos para el desayuno o la merienda, como la mantequilla de cacahuete o los copos de avena
Beneficios del ácido pantoténico
– Como el resto de las vitaminas del complejo B, es importante para las glándulas suprarrenales y la secreción de las hormonas antiestrés. Además, interviene en la formación de insulina
– Favorece la absorción de hierro
– Es favorable para el sistema inmunológico, sobre todo se asocia a la mayor generación de anticuerpos
– Contribuye a equilibrar el nivel de colesterol
– Mejora los problemas de piel o de migrañas. En estos casos, incluso se ha utilizado como tratamiento de carácter preventivo
Problemas por deficiencia de vitamina B5
Es importante señalar, en primer lugar, que no se conoce ningún problema ocasionado por el exceso de este tipo de vitamina.
La deficiencia, no muy grave, puede manifestarse en fatiga, dolores de cabeza o insomnio, vómitos y problemas intestinales. Pudiendo llegar, en casos más graves, a afectar a la sensibilidad a la insulina, entumecimiento o sensación de hormigueo. Hasta llegar a insuficiencia renal, cataratas, artritis, fatiga, acidez o síndrome de pie quemante.
Con todo ello, seguro que tienes una idea más clara de la importancia del ácido pantoténico o vitamina B5 en tu cuerpo, así que asegúrate que tu dieta incluye las dosis diarias adecuadas.
Natalia