Fuertes palpitaciones, aumento de la frecuencia cardiaca, sensación de ahogo y falta de aire, nudo en el estómago, nauseas… Si alguna vez has sentido ansiedad habrás identificado perfectamente estos síntomas, ya que son los más comunes entre las personas que la padecen.
Y es que la ansiedad, junto con la depresión, son las enfermedades mentales más comunes, aunque existen múltiples diferencias entre ellas. En esta ocasión vamos a centrarnos en la ansiedad, que afecta a más de 7% de la población, según indica la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés, y a intentar ver cómo mejorar esa sensación a través de la respiración abdominal.
La respiración abdominal para mejorar la ansiedad
Si alguna vez has sufrido una crisis de ansiedad seguro que ya eres consciente de la importancia de la respiración. Normalmente siempre se recomienda coger el aire profundamente, mantenerlo unos segundos en el estómago y soltarlo lentamente. Por supuesto que es una gran opción pero existen otras como la respiración abdominal o diafragmática que tiene grandes resultados.
Para practicar este tipo de respiración solo es preciso conocer los pasos a seguir:
- Inhalar el aire lenta y profundamente. Introduce todo el aire que puedas de forma tranquila (no te dejes llevar por la hiperventilación propia de la ansiedad). Sé consciente de ese aire que inhalas.
- Ve sintiendo como ese aire baja lentamente por tus pulmones hasta tu abdomen sintiendo como se hincha tu tripa.
- Exhala el aire contrayendo el abdomen y dejando así que suba con normalidad.
Si eres un amateur aun en esto de la respiración abdominal puedes empezar realizándola tumbado para ser más consciente de cada paso. Con el tiempo irás cogiendo práctica y podrás realizar estos ejercicios de pie e incluso en movimiento.
Normalmente bastará con realizar esta respiración entre 6 y 10 veces por minuto para comenzar a sentir como los síntomas de la ansiedad disminuyen.
Otros factores a tener en cuenta
Una vez controlada la respiración hay otros factores que podemos tener en cuenta para salir de ese momento de crisis. Entre ellos uno de que más suelen aconsejarse es pensar en otra cosa, puede sonar tópico pero cuanto más nos centremos en pensar en cómo nos sentimos peor nos iremos sintiendo. Por lo que centrar nuestra atención en otra tarea puede ser una gran ayuda.
También son importantes las personas de las que estemos rodeados cuando sentimos ansiedad, ya que pueden influir en cómo llevemos ese momento, porque si utilizan determinadas frases como “cálmate” o “estás loco” es mejor que nos alejemos de esas personas.
Y si es posible, sacar la vena más racional y ser conscientes de que se está tratando de una crisis ocasional y de que nosotros mismos tenemos la clave para salir de ella.
Actualmente no hay ningún comentario sobre este tema.
¡Sé el primero en hacerlo!