Precisamente por esa razón, cabe también ser prudentes con el diagnóstico de la enfermedad celíaca. Para determinar si finalmente una persona debe someterse a una dieta sin gluten, pues, debe darse una condición previa: realizarse una biopsia de la mucosa intestinal que haya confirmado la intolerancia al gluten.
La moda del gluten
Someterse a una dieta sin gluten no ofrece ningún beneficio para la salud si no se está padeciendo una enfermedad celíaca, y no existe ninguna evidencia experimental publicada que apoye la idea contraria, tal y como han sugerido diversos estudios, como éste.
Sin embargo parece haberse instalado la idea que la dieta sin gluten es preferible, sobre todo a raíz de la popularización de la misma por parte de las celebrities.
Que una dieta sin gluten no sea efectiva para la población general no significa que dicha dieta sea inocua: es necesario tomar conciencia de algunos de los potenciales peligros que se asumen al adoptarla si no se sufren trastornos celíacos. Por ejemplo, podría afectar negativamente a la salud intestinal de aquellas personas sin sensibilidad al gluten.
Una dieta sin gluten
Investigadores del Consejo Superior de investigaciones Científicas han publicado un estudio en Proceedings of the National Academy of Sciences en el cual informaba del desarrollo de nuevas variedades de trigo transgénico para celíacos, lo que facilitaría la vida a muchos celíacos, pues la mayoría de los alimentos que se consumen en Europa contienen gluten y adquirir productos libres de gluten suele ser más costoso a nivel económico.
Con todo, hasta que lleguen variedades transgénicas sin gluten, los que hayan sido diagnosticados de celíacos deberán seguir unas normas básicas a la hora de alimentarse. La dieta sin gluten consiste en evitar cualquier alimento que contenga trigo, cebada, centeno, triticale (híbrido de trigo y centeno) o avena. Combinándolos de forma adecuada, estos cereales pueden ser sustituidos por:
- Maíz.
- Mijo.
- Quinua.
- Arroz.
- Sorgo.
Otra opción, más cara pero también mucho más cómoda, es recurrir a alimentos especializados que lleven impreso el sello de garantía de la Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE).
En términos generales, también se deben evitar los alimentos precocinados o envasados (que no tengan una etiqueta que informe de la ausencia de gluten), se debe cocinar siempre en aceite nuevo (sobre todo en restaurantes) y también es requisito indispensable el consultar la composición de los medicamentos que tomamos para comprobar que no contienen excipientes con gluten.
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