La verdad es que la respuesta puede ser tanto afirmativa como negativa. La razón no reside tanto que en las propiedades de los alimentos afrodisíacos, como en lo que cree o piensa la persona que los consume.
Alimentos afrodisíacos: la respuesta puede ser afirmativa…
Porque, por un lado, se necesitan condiciones emocionales apropiadas para que surja el deseo o la excitación sexual. Y cuando estas se acompañan de bebidas o alimentos, como ocurre en una cena romántica, es normal que se hagan asociaciones.
Por otro lado, si se asocia el consumo de algún tipo de alimento o bebida con una experiencia sexual intensa, seguramente ese alimento actuará, para esa persona que realiza la asociación, como un alimento afrodisiaco.
Por ello, entre los alimentos calificados como afrodisíacos existen los afrodisíacos por asociación o los afrodisíacos culturales.
– Los afrodisíacos por asociación son aquellos alimentos que por su forma se parecen a los órganos sexuales masculinos (como el plátano) o femeninos (como las ostras).
En el caso los mariscos, son ricos en zinc, componente que ayuda al cuerpo humano a producir testosterona. Además, debido al elevado precio, como en el caso de las ostras, su consumo se relaciona culturalmente con el lujo y la ostentación del poder.
– Los afrodisíacos culturales son aquellos alimentos que por tradición se consideran afrodisíacos (como los mariscos en general, el ginseng, el jengibre, la canela, el ginkgo biloba, la miel, la maca o el chile).
Sin perjuicio de que estos alimentos tengan efectos positivos en el organismo, no existe ninguna relación directa con la producción de excitación o deseo sexual.
La respuesta puede ser negativa…
Por ello, podría decirse que la respuesta a la pregunta de si los alimentos afrodisiacos son realmente efectivos podría ser también un no, ya que no existe prueba científica desde el punto de vista neurofisiológico.
Sin embargo, existe una disfunción sexual bastante extendida denominada deseo sexual hipoactivo, que consiste en que la persona que la experimenta tiene menores concentraciones de hormonas, como la testosterona (o al llegar el climaterio), o neurotransmisores, como la serotonina (como en personas con depresión), de las necesarias para experimentar deseo sexual.
Aunque, de momento, las compañías farmacéuticas no hayan conseguido sintetizar una molécula que contrarreste dicha disfunción, a pesar de sus intentos, siempre existe el efecto placebo.
Los afrodisíacos con acción central son aquéllos que contienen sustancias que ejercen algún efecto sobre el organismo como el café (cafeína), el té (teofilina), o el cacao (o el chocolate, teobromina) que son estimulantes del sistema nervioso central.
Estos alimentos o bebidas producen, consumidos en cantidad adecuada, un incremento de determinados neurotransmisores como la noradrenalina, lo que se traduce en una disminución de la fatiga y un mayor estado de alerta.
Además, el chocolate (o el cacao) es relevante por su olor y contiene fenilalanina, que favorece la producción de dopamina y la liberación de endorfinas.
También figura dentro de la lista de los afrodisíacos el alcohol, aunque en este caso, como depresor del SNC, produce la inhibición de ciertos controles de la conducta a nivel cerebral, con la consiguiente mayor desinhibición.
Incluso se habla de afrodisíacos por excitación de otras vías. En este caso, ya no se trataría de alimentos, sino de sustancias que pueden ser percibidas por otros sentidos.
Otros alimentos que se consideran afrodisiacos:
- La canela. Se utiliza, no solo como alimento afrodisíaco en infusiones, repostería o licores; sino también, por su dulce olor en perfumería y cosméticos. Parece que estimula el riego sanguíneo.
- Las almendras. Como la mayoría de los frutos secos, son ricas en vitamina B3 y arginina. Dan energía y dilatan los vasos sanguíneos.
- Las fresas. Además de ricas y bonitas, contienen vitamina C en potasio y magnesio.
¡La lista puede ser muy larga!
Actualmente no hay ningún comentario sobre este tema.
¡Sé el primero en hacerlo!