No cabe duda de que una sonrisa en la que se exhiben dientes blancos, impolutos y bien alineados causa una muy buena primera impresión, ante lo cual el objetivo estético es el que generalmente guía a las personas a someterse a una ortodoncia. Sin embargo, cuidar que todos los dientes estén en su sitio y que encajen entre sí cuando cerramos la boca es también una cuestión importante de salud.
Así pues, a pesar de que un tratamiento ortodóntico pueda resultar largo e incómodo, con él no solo invertimos en presentarnos mejor ante los demás, sino también en la mejora de nuestra salud oral y, por lo tanto, ahorrándonos tratamientos dentales en el futuro.
A continuación descubriremos algunas de estas ventajas para nuestra salud, siendo los dos siguientes aspectos los más importantes.
Higiene
Las bocas de algunas personas son demasiado pequeñas y ello propicia que los dientes se agolpen y se desplacen hacia posiciones torcidas.
El hecho de alinear los dientes reduce la posibilidad de sufrir enfermedad periodontal, ya que facilita la limpieza de los dientes, especialmente de los espacios interdentales. Tener unos dientes bien alineados también minimiza la acumulación de placa en las piezas dentales y es una herramienta de prevención de la caries dental.
La higiene bucodental no solo redunda en una buena salud bucodental, sino en la salud en general: una mala higiene bucal puede provocar Alzheimer, cáncer y enfermedades del corazón, entre otros problemas de salud.
Mordida
La oclusión se refiere al alineamiento de los dientes y la forma como ajustan los dientes superiores e inferiores (la denominada mordida). Los dientes superiores deben encajar o ajustar ligeramente sobre los inferiores, y las puntas de los molares deben encajar en los surcos de los molares opuestos.
Una oclusión defectuosa normalmente tiene un origen hereditario, pero hay otros factores que pueden propiciarla, como mantener algunos hábitos durante la infancia: chuparse el dedo, presionar los dientes con la lengua o usar biberón o chupete después de los tres años.
Tener los dientes bien alineados nos ayuda, por ejemplo, a que los dientes superiores impidan que las mejillas y los labios sean mordidos y los dientes inferiores protejan la lengua.
Tener los dientes bien alineados también reduce la probabilidad de sufrir bruxismo, una afectación que comporta muchas consecuencias negativas para todo el sistema masticatorio, como un progresivo desgaste de las piezas dentales. Ello incrementa el riesgo de ruptura de un diente y puede reducir los síntomas de trastornos de la articulación temporomandibular.
Finalmente, una mala alineación de los dientes, en algunos casos, puede desembocar en una masticación deficiente, lo que imposibilitará que trituremos correctamente los alimentos dando lugar a problemas digestivos o una mala asimilación de nutrientes.
Tratamiento
Los problemas con la alineación de los dientes son más fáciles, más rápidos y menos costosos de tratar cuando se corrigen a tiempo. Además del uso de ortodoncia, algunos problemas de alineación de los dientes pueden corregirse gracias a la extracción de uno o más dientes (por ejemplo, si hay un apiñamiento dental). En otros casos, el problema reside en la carencia de algunas piezas dentales, de modo que la solución pasará por la reposición de los dientes, usando para ello prótesis o implantes dentales.
También se puede hacer uso de alambres, placas o tornillos para estabilizar el hueso del maxilar, o reparar dientes irregulares o rotos mediante la inserción de una corona o carilla.
Así pues, a pesar de que la mayoría de personas presentan irregularidades en la alineación de las piezas dentales, una visita regular al odontólogo permitirá ser detectadas y, mediante el tratamiento adecuado, corregidas para siempre y a tiempo. Así podremos exhibir una dentadura perfecta a la vez que nos evitamos futuros problemas de salud.
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