No en vano, el término ortodoncia fue introducido por Defoulon en 1841, derivándose de los vocablos griegos “orthos” (recto) “odontos” (dientes). El objetivo de la ortodoncia, pues, es corregir las irregularidades en las posiciones dentarias, pero en sus orígenes solo se perseguía la armonía estética y no tanto la salud.
Más tarde se empezó a usar el término ortopedia, que deriva de los vocablos griegos “orthos” (recto) “pedios” (niño), refiriéndose a los tratamientos que se llevan a cabo en niños para corregir irregularidades óseas, y ello propició que la ortodoncia empezara a ocuparse también de estos problemas, más allá de los términos estéticos.
Más allá de la estética
Chaplin Harris ya definía la ortodoncia en su diccionario Ciencia Dental, donde habló de ella en estos términos: “parte de la cirugía dental que tiene como objeto el tratamiento de las irregularidades de los dientes”, y relacionó la ortopedia con el tratamiento de las irregularidades de los maxilares. Progresivamente, las correcciones ortopédicas favorecieron la exigencia de aprender cómo evolucionaban los maxilares con el propósito de guiar terapéuticamente el crecimiento óseo y dentario.
Los primeros ejemplos de la práctica de la ortodoncia eran muy rudimentarios, y la ortodoncia en el sentido moderno del término no llegaría hasta el siglo XIX gracias a la obra Tratamiento de las irregularidades dentarias, de Pierre Fauchard, y sobre todo el desarrollo de los aparatosos dispositivos metálicos para lograr movimientos en los dientes por parte de John Nutting Farrar.
En el siglo XIX hizo su aparición la anestesia, lo que permitió actuar sobre la boca con comodidad. También se descubrió que las causantes de las caries son las bacterias, y que una buena higiene permite mantenerse a salvo de ellas. En 1838 Chaplin Harris creó la primera escuela de odontología en Baltimore.
Evolución en España
Luis Subirana Matas, nacido en 1871, fue el gran precursor de la odontología en España, y participaría junto a Florestana en la creación del primer título de odontólogo en 1901. En 1914 se crea la escuela de odontología de Madrid. En 1948 la odontología pasa a ser una especialidad de medicina y el título obtenido empieza a ser el de médico estomatólogo.
El día Mundial del ortodoncista empezó a celebrarse cada 26 de septiembre.
Moderna ortodoncia
Si bien la ortodoncia ya tenía nombre propio, no es hasta la llegada de Edward H. Angle que empieza a considerarse una verdadera especialidad. Angle nació en Estados Unidos en 1885, y es considerado el padre de la ortodoncia moderna, si bien aún otorga mucha importancia a la estética facial, mencionando que “no sería lo mismo si el lateral midiera lo mismo que el central, o si tuvieran la misma forma; así mismo la falta de un premolar; o la malposición de un canino”.
Angle considera la sonrisa como un signo de belleza, pero también se preocupa de que la especialidad acumule un amplio entendimiento de sus componentes, lo que permitiría su desarrollo científico.
Gracias la evolución de las bases científicas y técnicas de la ortodoncia, los molestos tornillos, que dañaban la estructura de los dientes, fueron sustituidos más tarde por gomas elásticas. Y el bracket (en general los aparatos terapéuticos que utiliza el ortodoncista adheridos de manera temporal a los dientes) fue introducido en 1928.
Los brackets han ido mejorando su diseño, así como los materiales usados en su construcción, y actualmente ya no solo pueden ser de acero inoxidable, sino de cerámica, permitiendo un tipo de ortodoncia que resulta casi invisible.
Además de cerámica, también existe la ortodoncia invisble Invisalign® (o alineadores transparentes), una serie de acrílicos invisibles y extraíbles que enderezan los dientes de forma similar a los brackets. Es en 1997 cuando surge Align Technology LTD de la mano de Zita Chishti y Kelsey Wirth, alumnos de la universidad de Standford.
En el año 1999 se realizaron pruebas de Invisalign en Texas y en el año 2000 comienza a comercializarse en Estados Unidos con la aprobación de la FDA (Food and Drug Administration).
Algunos consejos para su uso
El momento idóneo para comenzar un tratamiento de ortodoncia es en la niñez, de los 6 a los 14 años, que es cuando la posición de la dentadura y sus huesos correspondientes pueden comenzar a manifestarse tras la pérdida de las piezas de leche. Con todo, cada vez es más frecuente el uso de ortodoncia en adultos, y las soluciones cada vez más cómodas e invisibles permiten llevar una vida normal incluso con la ortodoncia fija.
Más allá de una cuestión estética, gracias a un tratamiento de ortodoncia los dientes pueden encajar bien entre ellos, procurando la completa masticación de la comida y que se mantengan saludables por más tiempo.
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