La causa más frecuente de sangrado de las encías es por una inflamación provocada a dicho nivel llamada gingivitis, como consecuencia de una deficiente higiene dental que lleva a la eliminación inadecuada de la placa de los dientes en la línea de las encías. Si no se remueve la placa a través del cepillado y la limpieza adecuada, ésta se endurece y se transforma en lo que se conoce como sarro. La alteración del equilibrio de las bacterias que habitan en la boca y la acumulación de placa bacteriana pueden producir la inflamación y el sangrado de las encías, dando lugar a enfermedades de las encías que se desarrollan sobre los dientes. Esto llevará a provocar el sangrado por las encías.
También el cepillado muy agresivo de los dientes y un uso inadecuado del hilo dental pueden causar puntualmente el sangrado de las encías. Suele aparecer con más frecuencia en las personas que no se someten a las revisiones periódicas recomendadas por el dentista.
Otras enfermedades que pueden hacer que sangren las encías
Pero no debemos olvidar que hay otras enfermedades que se pueden manifestar con sangrado de las encías, tales como son los trastornos de la coagulación de la sangre, bien debidos a distintas enfermedades, secundario a ciertas medicaciones, déficit de algunas vitaminas, etc. Así por ejemplo, es muy frecuente en las personas que utilizan medicamentos anticoagulantes por enfermedades cardíacas que se produzcan pequeños sangrados a este nivel, sobre todo si la medicación no está ajustada a los niveles terapéuticos. Otras veces es la falta de algunas vitaminas como la vitamina C o la vitamina K, en personas que no siguen una dieta equilibrada, las que pueden dar origen a este sangrado.
Recomendaciones a los pacientes con sangrado de encías
Si usted es propenso al sangrado de las encías es recomendable que, en primer lugar, visite a su dentista para que descarte cualquier enfermedad periodontal. Además, es recomendable cepillarse los dientes con mucha suavidad utilizando un cepillo de cerdas suaves, como mínimo dos veces al día. Utilice la seda dental para impedir la acumulación de detritus. Evite comer entre horas y disminuya el consumo de alimentos azucarados. Es recomendable al menos una limpieza dental cada año, o una más frecuente según recomendación de su odontólogo.
Por supuesto, que el tabaco es uno de los peores enemigos para una buena higiene bucodental, por lo que se recomienda que abandone este hábito o, si no es capa, seguir algún tipo de terapia de apoyo para ello.
Si utiliza prótesis dental debe vigilar que ajuste de forma adecuada y que no le produce ninguna herida o roce en la encía. Además es muy importante la higiene de dichas prótesis con cepillos y pastillas desinfectantes específicas para prótesis dentales. Comente siempre con su dentista la medicación que está tomando por si hubiese alguna que fuese la responsable de la mayor facilidad al sangrado.
Por último, decir que si el sangrado de encías se acompaña de otros síntomas como hematomas en diferentes zonas del cuerpo, astenia, debilidad, falta de apetito, etc. Debemos consultar inmediatamente con nuestro médico para que descarte alguna enfermedad más grave.
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