La tecnología para llevar a cabo implantes dentales no deja de progresar. Podemos sustituir nuestras piezas perdidas por prótesis que imitan con gran precisión el diente original, y la intervención quirúrgica cada vez es menos invasiva (sobre todo gracias al diagnóstico 3D o el implante de carga inmediata).
Sin embargo, si hemos perdido una o varias piezas dentales enteras de forma fortuita, por ejemplo tras un golpe brusco, en lo que se denomina avulsión (un diente cae o se sale completamente de su alvéolo), aún podemos recuperarlas tal cual, es decir, se puede reimplantar un diente.
Cómo reimplantar un diente
Según la Asociación Española de Endodoncia, éstos son los pasos que hay que seguir para no perder la pieza dental.
- Buscar el diente y cogerlo sujetándolo siempre por la corona, sin tocar la raíz.
- Enjuagarlo con suero fisiológico o agua. No debe usar jabón ni hay que raspar la raíz, pues es la parte vital del diente.
- Acudir al dentista urgentemente con la pieza dental sumergida en agua, suero o leche. También puede llevar el diente dentro de la boca, junto a la mejilla o bajo la lengua.
El tiempo que la pieza dental permanezca fuera de su sitio será el factor más importante a la hora de realizar un pronóstico. Cuanto más se tarde en realizar el reimplante del diente peor pronóstico y menor será la posibilidad de que se produzca la llamada reabsorción radicular. Tanto es así que el 95% de los dientes reimplantados antes de las 2 horas siguientes del accidente presentan una menor reabsorción radicular.
El medio de conservación del diente también constituye un factor muy importante a la hora de que el pronóstico sea favorable. El mejor sitio para conservar el diente siempre será recolocándolo en el alvéolo de forma inmediata por el odontólogo, pero en caso de que esto no sea posible, entonces lo más apropiado es sumergir el diente en suero fisiológico. Finalmente, en caso de no disponer de suero fisiológico, una buena alternativa es usar la propia saliva o un poco de leche.
El método mecánico para la estabilización e inmovilización de dos o más dientes en condiciones no óptimas para recibir fuerzas extremas, como la masticación, se llama ferulización. Una vez hemos reimplantado la pieza dental exitosamente, pues, todavía queda otra parte del proceso: mantenerlo ferulizado hasta que se estabilice el reimplante. Para que ello tenga lugar correctamente, el especialista realizará exámenes y radiografías para someter a seguimiento la evolución del reimplante los sucesivos días.
Todos estos pasos son fundamentales tanto para reimplantar el diente como para que el diente no sea rechazado con el tiempo. Aunque se usan diversos fármacos para evitar o disminuir la aparición de complicaciones, la parte más importante del proceso siempre será el tiempo que el diente pasa fuera de su sitio, el medio de conservación y el tiempo hasta que se produce el reimplante.
Prevención para la pérdida de piezas dentales
Ya sea practicando deporte, debido a una caída o un altercado, o cualquier otro motivo, todos podemos ser víctimas de la pérdida o rotura de una pieza dental. Sin embargo, a continuación se enumeran algunos puntos de prevención importantes para evitar llegar a esa situación:
- Es conveniente hacer uso de un protector bucal al practicar cualquier deporte de contacto.
- Se recomienda evitar los alimentos duros como los huesos o el pan demasiado duro.
- Se aconseja utilizar siempre el cinturón de seguridad en el coche, así como el casco en las motocicletas.
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