Muchos arrancamos el año armados con una lista de deseos y buenos propósitos para los doce meses que nos vienen por delante. Ahorrar para ese viaje que nos hace tanta ilusión, ponernos por fin en forma… Deseos que requieren mucha fuerza de voluntad por nuestra parte, que abordamos porque pensamos que nos ayudarán a cumplir nuestro gran objetivo: ser más felices. Pero, ¿y si vivir un poco más feliz no fuese tan complicado?
Si sonreír te hace más feliz…
Te proponemos un enigma parecido al del huevo y la gallina: ¿las personas alegres sonríen más porque son más felices… o son felices precisamente porque sonríen más? Has pensado lo primero, ¿verdad?
Por raro que pueda parecer, varias investigaciones clínicas de psicólogos de todo el mundo han demostrado que ocurre más bien lo segundo: nuestras expresiones faciales refuerzan e incluso causan nuestros estados emocionales. Hablando claro: ir por el mundo con una expresión seria nos hace sentirnos peor y sonreír nos hace más felices.
…¿por qué no cuidas tu sonrisa?
¿Y cómo vamos a sonreír si no estamos seguros del aspecto de nuestra boca? Otros estudios han demostrado que las personas que se realizan tratamientos de odontología estética ortodoncia o restauradora (implantes) se sienten mucho más seguras y con confianza en sí mismas que antes de haber acudido al dentista.
Imagina cómo puede ser tu vida si regalas a los demás una sonrisa mucho más fresca y bonita. Es posible que hayas descuidado tu salud bucodental hasta ahora, pero si te decides a dar el paso… ¡2017 podrá ser tu año!
Salud oral… y en el resto del cuerpo
Cuidar tu salud oral no solo tiene importancia para tu salud emocional sino que es crucial para que mantengas tu salud general… Por ejemplo, los médicos saben que existe un estrecho vínculo entre las enfermedades de las encías y problemas cardiovasculares como la hipertensión o los infartos.
Proteger la salud de tus dientes y encías es especialmente importante en aquellas personas que, por diversas circunstancias, se ven más expuestas al riesgo de problemas cardiovasculares. Es el caso de las personas con diabetes, las mujeres embarazadas, las personas de la tercera edad…
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