Muy pocas personas presentan de manera natural un perfecto alineamiento de los dientes o carecen de algún problema funcional, por lo que prácticamente el 100% de la población necesitaría ortodoncia. Por ello, acudir cuanto antes al dentista permite evaluar si hay problemas graves y tratarlos de la mejor manera posible desde el principio.
Los padres, pendientes como suelen estar siempre de la salud, el crecimiento y el desarrollo de sus hijos, se preguntan a menudo cuándo llevar exactamente a los niños al odontopediatra, el odontólogo especializado en la posición y oclusión de los dientes, y el desarrollo de los maxilares.
La Sociedad Española de Ortodoncia (SEDO) aconseja una primera visita en torno a los siete años, momento en el que aparecen los primeros molares y los incisivos ya han salido. Una revisión a esta edad permitirá saber si el desarrollo es correcto o bien detectar de forma precoz posibles alteraciones de maloclusión y/o malposición.
No obstante, a los cuatro años ya se pueden identificar problemas de maloclusión que pueden haber sido producidos por cuestiones genéticas o malos hábitos durante la primera infancia, como el uso excesivo del chupete, la succión del dedo o la respiración por la boca.
¿A qué edad debe empezar la ortodoncia infantil?
Una vez efectuada la primera revisión infantil, será el odontopediatra el que determine el tratamiento a seguir, si es necesario. Generalmente, a no ser que existan problemas serios, el tratamiento de ortodoncia se inicia cuando los dientes definitivos ya han erupcionado y reemplazado a los de leche, lo que se produce en un rango de edad que varía en cada niño, pero que se sitúa en torno a los 11-12 años. La ortodoncia, en general, se encarga de posicionar correctamente los dientes para mejorar la salud y también la estética de la boca, de modo que la ortodoncia infantil no tendría sentido sin que hubiesen salido los dientes definitivos.
Hay que decir también que hay situaciones clínicas en las que el ortodoncista puede decidir el inicio de este tipo de tratamiento incluso cuando el niño todavía conserva dientes de leche, situaciones tales como mordida torcida por asimetría ósea o la mordida cruzada, sea esta anterior o posterior.
Tipos de ortodoncia infantil
En la ortodoncia infantil se suelen utilizar principalmente aparatos fijos o removibles, según sean los objetivos del tratamiento.
- Los aparatos removibles son de quita y pon, normalmente fabricados en materiales acrílicos y que se sujetan por medio de ganchitos metálicos a los molares. Se utilizan para corregir alteraciones muy concretas y su éxito está totalmente relacionado con su uso. Es decir, cuantas más horas se lleva puesto el aparato, mejor suele ser el resultado.
- Los aparatos fijos van pegados a los dientes. Los más conocidos son los brackets, pero hay diferentes tipos de aparatos fijos que ayudan a corregir malos hábitos o a redirigir el crecimiento óseo.
El tratamiento ortodóntico a realizar variará según la edad y el tipo de alteración a subsanar. Mayoritariamente, los tratamientos que se llevan a cabo a una edad precoz suelen durar entre 12 y 18 meses. Al terminar, se continúan haciendo revisiones para controlar el crecimiento óseo y dental hasta que el niño completa el recambio de toda su dentición.
La infancia es la edad ideal para intervenir puesto que los huesos son todavía muy moldeables y los dientes se mueven fácilmente. De este modo pueden evitarse tratamientos de ortodoncia a edades más avanzadas que casi con toda probabilidad serán más complejos y también más costosos.
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