Aunque las campañas de concienciación y los programas de salud pública han resultado en una mejor salud oral y una disminución de las caries en la población española, los especialistas consideran que el porcentaje de ciudadanos afectados por caries sigue siendo muy elevado. Este tipo de lesiones pueden darse en cualquier superficie de los dientes o en más de un diente a la vez, por lo que existen diferentes clases de caries. En este caso, conozcamos una de ellas, no muy conocida entre la población: las caries interproximales o interdentales.
¿Qué son las caries interproximales?
Este tipo de caries se desarrollan en los espacios que quedan entre los dientes, puesto que son zonas donde se acumula fácilmente la placa bacteriana y donde es más sencillo que queden restos de alimentos y, por lo tanto, haya sarro. Son especialmente graves porque suelen afectar a los dos dientes. Tienen más riesgo de padecerlas las personas con apiñamiento de dientes y quienes llevan aparatos de ortodoncia o prótesis que facilitan la acumulación de alimentos.
Además, progresan bastante rápido porque en esta área la estructura del diente es más fina que la del área de masticación. Así, es posible que si no se detectan a tiempo, la caries profundice hasta el nervio del diente (pulpa), provocando sensibilidad dental o, incluso, dolor. En estos casos, hay que proceder a realizar una endodoncia (eliminar totalmente la pulpa dental o lo que se llama comúnmente “mata el nervio del diente”).
Los síntomas de las caries en general dependen de las partes dentales que hayan sido afectado y su profundidad. Así, síntomas como dolor sólo se experimentan cuando la caries ha ido más allá del esmalte del diente, alcanzando la dentina. Inicialmente, sólo se siente dolor al ingerir bebidas frías, calientes o dulces, o comida, lo que significa que la pulpa dental no está aún afectada.
Una vez que la caries ha provocado daños en la pulpa del diente, éste puede generar dolor incluso sin que intervenga ningún agente externo, o existe la posibilidad de que la pulpa haya muerto y que la pieza se vuelva sensible cuando se muerde, se presiona con la lengua o un dedo, por culpa de la inflamación de la raíz o, incluso, por infección.
Cómo se diagnostican y tratan las caries interdentales
Son difíciles de detectar, por lo que resulta conveniente acudir al dentista una vez al año para someterse a revisión. Incluso, hay ocasiones en las que el odontólogo sólo puede diagnosticarlas a través de radiografías, puesto que no son visibles a simple vista, a no ser que ya estén muy extendidas, provocando una evidente destrucción de los dientes.
Otro método de evaluación es la seda dental, que aporta información de la existencia de un gran espacio entre los dientes que facilita a acumulación de comida. Además, si la seda dental se deshilacha, es un buen indicador de la existencia de una caries, que es la responsable de la rotura de ese hilo.
Para tratarlas, hay que evaluar si están afectados uno o los dos dientes, en cuyo último caso es aconsejable reparar ambos dientes en una misma sesión. Generalmente, para las caries interproximales se emplean las técnicas habituales de reconstrucción de caries. Cuando sólo está afectado el esmalte puede emplearse un tratamiento de remineralización con flúor para que se autorrepare.
En los casos en los que está afectada la dentina, se procede a empastar el área afectada tras limpiar la parte cariada del diente o de los dientes afectados. Si la caries está muy extendida, se deberá extraer la pulpa y realizar una endodoncia, como hemos comentado anteriormente. En casos especialmente graves, se puede optar por la extracción de la pieza dental.
Cómo prevenirlas
Una buena higiene dental es el mejor arma para evitar la aparición de las caries que afecten a cualquier superficie del diente incluyendo las interproximales o interdentales, así como el resto de tipos de caries, y tener una buena salud bucodental en general. Además del cepillado tras las comidas, es aconsejable usar seda dental o cepillos interproximales para la limpieza interdental; que se puede complementar con el uso de colutorios.
Para evitar la aparición de caries, los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos recomiendan:
- Un buen cepillado de dientes todos los días con pasta dental con flúor, ya que este mineral fortalece los dientes y hace a las raíces dentales menos sensibles.
- Usar diariamente también la seda dental o el cepillo interdental.
- Prestar atención a lo que se come, evitando en la medida de lo posible la ingesta de productos azucarados o con ácido, como por ejemplo, las bebidas de cola. Los nutrientes que las bacterias causantes de las caries necesitan para vivir proceden de la alimentación.
- Visitar al dentista regularmente.
- Someterse una vez al año a limpiezas dentales por parte de profesionales de la odontología.
- Terapia antibacteriana en las personas muy propensas a las caries cuando lo recete el dentista.
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