La limpieza dental es el nombre común con el que se conoce el procedimiento de “profilaxis dental con ultrasonidos”, un un procedimiento mediante el cual el dentista limpia nuestros dientes y encías. Dependiendo de nuestra calidad dental, nuestra higiene bucodental y nuestra dieta deberemos hacernos una limpieza más o menos a menudo pero, por lo general, es recomendable hacerla cada 6 ó 12 meses.
Aunque no lo parezca, cepillarse al menos dos veces al día no es suficiente para mantener los dientes sanos. Además, se ha demostrado que la mayor parte de la población no sabe bien cómo cepillarse los dientes y eso influye negativamente en la salud bucal.
Si mantenemos una buena higiene bucal y acudimos a limpiezas dentales periódicamente, tal y como nos indica el dentista, no sólo estaremos previniendo todo tipo de infecciones bucodentales, sino que conseguiremos que los tratamientos dentales rutinarios sean más sencillos.
La limpieza dental tiene como principal objetivo la eliminación del sarro que se acumula en los dientes y que no es posible quitar con las técnicas de higiene en casa.
Junto con una buena técnica de cepillado dental e interproximal, se trata de un tratamiento imprescindible para mantener la salud bucodental.
Pasos en una limpieza dental profesional
El procedimiento para hacer la profilaxis dental sigue un protocolo establecido. La duración del tratamiento es entre 30 y 45 minutos (inferior a una hora).
Antes de realizar cualquier tratamiento dental se debe hacer un historial clínico completo del paciente. Este incluye una anamnesis, donde se recogen todos los antecedentes de interés del paciente, una exploración clínica y, si es necesario, se realizan pruebas complementarias, como la radiografía dental. En este sentido, las clínicas dentales de Sanitas cuentan con diferentes promociones.
Durante la exploración clínica intraoral se identifican las zonas donde hay presencia de cálculo y placa dental. Para poder detectarlas, hay soluciones reveladoras de placa. Gracias a estos reveladores de placa se identifican visualmente las zonas donde la higiene es menos eficiente y, de este modo, durante el proceso se instruye al paciente en la modificación de la técnica de cepillado para poder eliminarlas.
Una vez hecha la inspección clínica, se procede a la profilaxis dental. Mediante un aparato ultrasónico se elimina tanto el cálculo supragingival (el sarro visible) como el cálculo subgingival (el que está debajo de la encía y no se ve a simple vista) junto con la placa dental.
Finalmente, se completa el tratamiento pasando un hilo dental entre todos las superficies interproximales del diente para pulir las superficies donde el cepillo no llega.
De nuevo, se volverá a hacer un recordatorio y una explicación de la técnica de higiene bucodental con el cepillo y el uso de hilo dental para ayudar a limpiar las zonas de difícil acceso.
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