Quizás te estés planteando mejorar tu sonrisa mediante un tratamiento de carillas dentales y te hayan llegado a través de la publicidad ofertas y descuentos muy competitivos. Debes tener en cuenta que es fundamental poner la salud y estética bucal en manos de los que saben, los profesionales. Solo ellos pueden determinar, desde la experiencia y la formación, si el paciente necesita o no un tratamiento de estas características y ofrecer garantías de éxito en caso de que se someta a él.
En la actualidad, la colocación de carillas es uno de los tratamientos estéticos dentales más demandados, junto con el blanqueamiento y la ortodoncia. De hecho, es muy larga la lista de famosos nacionales e internacionales que han decidido someterse a un tratamiento de carillas para tener una sonrisa envidiable.
Se trata de unas láminas finas de cerámica que se adhieren a la parte frontal del diente para cubrir, principalmente, alguna alteración en su forma, color o tamaño. Se unen fuertemente al diente con un cemento o resina especial, por lo que no hacen necesario modificar en exceso la forma original del diente, manteniendo intacta su estructura, frente a otras soluciones más invasivas. Por ello, y por sus resultados naturales y duraderos, son muchas las personalidades del mundo de la política, la cultura o el deporte que han recurrido a las carillas de cerámica para hacer su sonrisa más atractiva.
Carillas de composite o cerámica
Las carillas dentales suelen clasificarse en función del material con el que se fabrican. Las hay principalmente de dos tipos: de composite y de cerámica.
Las carillas de composite se suelen recomendar cuando el paciente requiere modificaciones leves en su dentadura, ya sea para corregir pequeñas alteraciones de forma de los dientes o de su color o tamaño. Las carillas de composite, para cuya colocación se utiliza una resina estética muy parecida a la que se usa para realizar los empastes, son las más baratas. Por contra, su calidad es algo inferior. Por ejemplo, pueden pigmentarse y perder el brillo con mayor facilidad, lo que puede hacer necesarias posteriores visitas al dentista para su mantenimiento. También duran menos. Eso sí, al realizarse sobre el diente, se suelen colocar en una sola sesión y, en consecuencia, es más sencilla su reparación.
Si el paciente requiere más de una pieza dental con carillas, son aconsejables las de cerámica por ser mucho más duraderas y estéticas. Las carillas de cerámica se indican para los casos más graves de decoloración, fracturas, separación entre piezas dentales (diastema), falta de espacio… Las carillas de cerámica son las de precio más elevado, pero también son las de efecto más natural y las más resistentes, además de preservar el brillo y el color de los dientes durante mucho tiempo. A diferencia de las de composite, no se realizan directamente sobre el diente en una sola sesión con el dentista, sino que se fabrican en el laboratorio, por lo que para su colocación son necesarias varias visitas al odontólogo.
Es difícil estimar la duración de las carillas de cerámica, porque eso depende de los hábitos de vida de cada paciente, pero, en general, se sitúa entre los 15 y 20 años. Las de composite tienen una durabilidad bastante inferior, siendo esta de entre 5 y 10 años.
En todo caso, será el especialista el que, tras el examen de la dentadura del paciente y tras conocer los resultados que este espera obtener, establezca qué tipo de carillas, si de cerámica o composite, se adaptan mejor a su sonrisa. Sin duda, lucir unos dientes sanos y bonitos eleva la autoestima, pero es de vital importancia la elección de un profesional cualificado y especializado en la confección de carillas para que el tratamiento sea un éxito. No te la juegues, ponte en manos expertas, ¡y a sonreír!
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