Lucir una sonrisa perfecta está en nuestros días al alcance de todos: a través de distintos tratamientos podemos alinear nuestros dientes y, por supuesto, blanquearlos para conseguir una bonita sonrisa, nuestra mejor carta de presentación. Quizás ya te has hecho algún blanqueamiento dental o puede que estés pensando en hacerte uno en los próximos meses, pero ¿sabes cada cuánto tiempo puedes repetirlo o cómo se realiza el mantenimiento para conseguir los mejores resultados? Te lo contamos todo a continuación para que tú también puedas presumir de sonrisa.
Tratamientos de blanqueamiento dental: los más indicados
El blanqueamiento dental es un tratamiento que podemos realizar de diferentes maneras, pero para el que nos conviene siempre contar con el apoyo y la información de los profesionales de la salud dental. Una vez que nos hayamos decidido a blanquearnos los dientes lo primero que debemos hacer es ponernos en manos de nuestro dentista para que sea él quien nos indique cuál es el tratamiento más indicado para nosotros.
- Fotoactivación: este tipo de blanqueamiento se lleva a cabo en la clínica. Cada sesión dura unos 45 minutos y podemos ver resultados desde el primer día, con un aclarado de hasta ocho tonos. Para realizarla es necesario proteger los tejidos blandos y se utiliza el peróxido de hidrógeno que se activa mediante una luz LED.
- Blanqueamiento en casa: a pesar de que se realiza en el hogar, esta técnica de blanqueamiento también debe tener un seguimiento por parte de un profesional médico. En consulta se realizan unas férulas específicas para nuestras dos arcadas basadas en un molde de nuestros dientes, y mediante estas se aplica un gel blanqueador en cada diente ya en nuestra casa.
- Método mixto: el método mixto aúna las sesiones de fotoactivación en la clínica con el blanqueamiento en casa, consiguiendo buenos resultados. Es el tipo de blanqueamiento más duradero y efectivo, y puede aclarar los dientes hasta 10 tonos.
- Blanqueamiento interno: es un blanqueamiento especial para situaciones concretas en que un diente pierde color por alguna causa, como por ejemplo cuando un diente queda desvitalizado después de practicar una endodoncia. Este tipo de blanqueamiento se realiza en la clínica e iguala el tono de la pieza dental con el de los otros dientes.
Cuidados y precauciones al blanquear los dientes
Lo más importante antes de comenzar con un blanqueamiento dental es que lo hagamos sobre una boca totalmente sana. Debemos asegurarnos de que no tenemos ninguna caries a través de la cual puedan penetrar los agentes blanqueadores y crearnos una mayor sensibilidad dental.
Además, también se realiza previamente al blanqueamiento una limpieza bucal que nos permita eliminar las manchas más superficiales de los dientes. De este modo, el agente blanqueador entrará en contacto directo con la superficie del diente y el blanqueamiento tendrá un mejor resultado.
Qué acciones debemos evitar al blanquear los dientes
Una vez que hemos blanqueado nuestros dientes, o mientras nos encontramos en proceso de blanquearlos, es importante que eliminemos de nuestra dieta aquellos alimentos que puedan dar lugar a manchas en el esmalte dental debido a que contengan una gran cantidad de pigmentos o una alta concentración de ácidos. Así, bebidas como el té, el café o el vino tinto, o alimentos como los frutos rojos deben mantenerse alejados de nuestros platos.
Además, podemos experimentar una mayor sensibilidad dental, por lo que también es buena idea prescindir de los alimentos y bebidas muy calientes o muy fríos.
Entonces, ¿cada cuánto tiempo puedo blanquearme los dientes?
No debemos olvidar que cuando hablamos del blanqueamiento dental nos estamos refiriendo a un tratamiento médico, por lo que será el médico especialista el encargado de recomendarnos cuándo debemos repetirlo y qué método es el mejor para nosotros.
El blanqueamiento dental, independientemente del método que se utilice, suele ser muy duradero, sobre todo si desde el momento en que lo realizamos hacemos también un seguimiento y evitamos bebidas, alimentos y hábitos (como el tabaco) que puedan provocar manchas. Dependiendo de esto y también de nuestra propia salud dental, el dentista estimará cada cuánto hay que repetirlo: si hay reaparición de manchas puede hacerse una vez al año.
Aun así, el profesional médico nos encargará hacer sesiones de control o mantenimiento (mucho más cortas que las sesiones de blanqueamiento iniciales) para asegurar el blanco de nuestra sonrisa.
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