El principal consejo que debemos llevar a cabo al besar es que separemos lo suficiente los labios como para que la lengua pueda desplazarse entre los dientes de la pareja y no roce con los brackets. No hay que olvidar que tanto la lengua como los labios son muy sensibles y los brackets pueden lastimarlos con pequeños cortes.

El resto del desarrollo del beso tiene que ser natural. Con un poco de práctica aprenderemos, tanto nosotros como nuestra pareja, a evitar las zonas donde se encuentran los brackets. Si el beso es profundo, se debe mantener la lengua lejos de la parte posterior de tu boca (es ahí en donde están las partes más afiladas de los brackets).

No hay que olvidar que un beso es también un acto espontáneo de amor o deseo, y no debemos mantenernos constantemente en guardia para evitar cualquier molestia. Una vez se ha practicado lo suficiente, deberíamos poder besar sin pensar, sin ser conscientes de que ejecutamos unos u otros movimientos.

Otros consejos y recomendaciones generales:

• La persona con la que te besas debería estar informada de que usas brackets.
• Aborda con naturalidad el hecho de que usas brackets.
• Besa con cuidado, sobre todo las primeras veces.
• Y, sobre todo, mantén una higiene profunda, como veremos en el siguiente apartado con más detalle.

Higiene

En cuanto a la higiene necesaria, los brackets imponen que ésta sea mucho más exhaustiva. Hay alimentos que son más fáciles de masticar con brackets, pero hay otros cuyos fragmentos se colaran con más facilidad entre los alambres, importunando lo que podría ser un beso romántico.

Por esa razón, si tenemos una cita o tenemos pensado que vamos a besar a alguien, lo conveniente es evitar ingerir alimentos duros y optar por los que se derriten en la boca o son fáciles de masticar. La norma principal es no consumir alimentos crujientes o pegajosos.

Por ejemplo, si estás en el cine con una cita romántica quizá no sea recomendable comer palomitas, porque es muy probable que se queden muchas partículas de maíz entre los alambres.

Por supuesto, después de comer también es conveniente cepillarnos los dientes, tanto con un cepillo normal como uno interdental, que permitirá desalojar con más eficacia cualquier partícula de comida. Finalmente, puede optarse por un colutorio a fin de despejar cualquier rastro de comida definitivamente.