Seguro que has oído hablar de estos dos procedimientos: la limpieza y el blanqueamiento dental. Son dos de los servicios más demandados en las clínicas dentales, y ambos están relacionados con la estética y con la salud. Ahora bien, uno no es sustitutivo del otro: son procedimientos muy distintos y con diferentes finalidades. A continuación te explicamos en qué consiste cada uno de ellos para que sepas cuándo te conviene más cada uno.
La limpieza dental: imprescindible para todos
Para mantener una higiene oral adecuada es necesario limpiarse los dientes después de cada comida y de una forma completa, utilizando el dentífrico, el hilo dental y un enjuague o colutorio. En ocasiones es incluso necesario utilizar cepillos más pequeños para llegar a todos los espacios interdentales llamados cepillos interproximales y raspadores de la lengua para acabar con los gérmenes que se acumulan en ella.
Pero aunque te cepilles los dientes y limpies tu boca de la forma adecuada a diario es posible que no estés acabando con todas las bacterias: siempre hay zonas de difícil acceso donde se acumulan y a las que no somos capaces de acceder con los métodos tradicionales. Para ayudarnos a mantener nuestra boca y dientes limpios está la limpieza dental en el dentista.
Ventajas y beneficios de la limpieza dental
El objetivo de la limpieza dental en el dentista es el de acabar con todo el sarro y la placa bacteriana que se acumula en nuestros dientes y que puede ser causante, a la larga, de algunas enfermedades orales como la gingivitis o la periodontitis. Se realiza en consulta en una sola sesión y de forma rápida, y su fin último es preservar la salud de la boca del paciente, aunque también puede mejorar su estética al observarse unos dientes más blancos y brillantes.
El blanqueamiento dental: cuestión de estética
Por otro lado tenemos el blanqueamiento dental: un procedimiento puramente estético que se realiza con el fin de dar una mejor apariencia a nuestros dientes. Tanto por el paso del tiempo como por la acción de algunos agentes como la nicotina o el café, nuestros dientes pueden tender a oscurecerse y presentar un color más apagado que anteriormente. En estos casos, el paciente puede consultar con su dentista si es recomendable realizarse un blanqueamiento dental.
El blanqueamiento dental debe ser efectuado por un especialista y se lleva a cabo en una o varias sesiones, pudiendo incluso seguirse desde casa con el material necesario y bajo prescripción médica. Antes de realizar un blanqueamiento dental es necesario evaluar la dentadura del paciente, ya que no es recomendable en el caso de que presente hipersensibilidad dental o tenga patologías como la caries o la enfermedad periodontal.
Ventajas y beneficios del blanqueamiento dental
Existe una gran variedad de técnicas blanqueadoras y siempre es recomendable dejarnos aconsejar por nuestro dentista a la hora de elegir cuál nos va mejor. La técnica que se utiliza en la clínica es la de fotoactivación: es necesario proteger primero los tejidos blandos como las encías y las mucosas orales, y posteriormente se aplica un gel con una solución de peróxido de hidrógeno sobre los dientes que se activa con una luz LED que acelera el proceso de blanqueamiento. Con esta técnica se puede conseguir aclarar los dientes hasta ocho tonos en una sesión de 45 minutos.
El blanqueamiento en casa debe realizarse siempre bajo la supervisión y prescripción de un dentista: nos colocaremos unas férulas superior e inferior especialmente hechas para nosotros de manera personalizada a medida y se aplica un gel sobre ellas. Deberemos llevar las férulas el tiempo que nos aconseje nuestro dentista. El gel que se utiliza para el blanqueamiento en casa es de una concentración más baja que el que se usa para el blanqueamiento por fotoactivación, por eso el tratamiento es más largo. La combinación de los dos hace que el de casa potencie al de clínica, dando unos resultados más duraderos.
Cómo combinar blanqueamiento dental y la limpieza dental para que se potencien los efectos beneficiosos de ambos tratamientos
Como hemos comentado, la limpieza es necesaria para todos nosotros porque es una cuestión de salud, puesto que elimina la placa bacteriana y el sarro que con el cepillo y el hilo no logramos hacer desaparecer. Como además permite eliminar las manchas producidas por el tabaco o por el consumo de alimentos como el café, el efecto sobre el color de nuestros dientes es evidente.
Si a la limpieza agregamos un tratamiento de blanqueamiento dental podemos conseguir un beneficio mayor que si lo hacemos por separado, precisamente porque el blanqueamiento se realiza sobre unos dientes que ya están limpios y libres de manchas.
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