Si estáis pensando en ser padres, ya sea por vez primera o porque repetís después de anteriores experiencias, quizás os estéis planteando qué hacer con el cordón umbilical de vuestro bebé. Tradicionalmente no se conservaba, pero ahora podemos hacer algo mucho más interesante con él y que además nos puede ayudar en caso de una futura patología o enfermedad: conservar las células madre contenidas en la sangre del cordón umbilical.
La importancia de las células madre
Desde hace años la conservación del cordón umbilical es una práctica cada vez más extendida. ¿Para qué nos sirve conservar el cordón umbilical de nuestro bebé recién nacido? La sangre del cordón umbilical del recién nacido es una fuente de células madre que suponen ya una esperanza de vida para miles de pacientes en todo el mundo.
Las células madre que se encuentran dentro de la sangre del cordón umbilical tienen unas características que las convierten en únicas y especiales: por un lado tienen una capacidad multiplicativa prácticamente ilimitada y por otro, sometidas al estímulo correcto, pueden transformarse en células de cualquier parte del cuerpo (células óseas, musculares, sanguíneas…).
Estas células madre son un recurso muy importante a tener en cuenta en el caso de padecer alguna enfermedad, ya que pueden usarse e implantarse para regenerar así órganos y tejidos. Las células madre se pueden usar en un amplio número de patologías, tanto por el donante como por sus hermanos (compatibilidad del 30%) que también pueden beneficiarse de estas ventajas. Algunas de las enfermedades que se pueden tratar con las células madre son enfermedades hematológicas graves, como leucemias, linfomas, anemias, hemoglobinopatías y enfermedades metabólicas. Es importante aclarar que las células del cordón de un bebé no servirían para ese mismo bebé, si ese niño desarrolla en el futuro una leucemia no podrían utilizarse sus mismas células que en el futuro han desarrollado una enfermedad grave.
¿Cómo es el proceso de extracción y conservación?
El único momento en el que podemos recoger estas células madre del cordón umbilical es en el parto: si no se recogen las células madre, estas se desechan. El procedimiento para recoger la sangre del cordón umbilical es muy sencillo, indoloro y sin ningún riesgo tanto para la madre como para el bebé.
Una vez recogida la sangre, esta se envía a procesar en condiciones de total esterilidad: allí se realiza la separación de las células madre y se obtiene la muestra que finalmente será crio-preservada a –196º en nitrógeno líquido. Una vez comprobada que la muestra es válida para la aplicación terapéutica en el laboratorio (las muestras deben contar con un mínimo de 250 millones de células nucleadas), esta se envía a un banco de células madre dónde se conservará en el futuro.
En el banco, cada muestra de sangre del cordón umbilical con sus células madre cuenta con un chip que monitoriza su temperatura las 24 horas del día los 365 días del año para asegurarnos de que se encuentra a la temperatura ideal y de que está en perfecto estado hasta su eventual uso en el futuro.
Los beneficios de la conservación de la sangre del cordón umbilical
Las células madre contenidas dentro del cordón umbilical pueden resultar de una gran utilidad si se trasplantan a una persona cuya médula ósea esté enferma o padezca una enfermedad congénita. Lo que ocurre al implantar nuevas células madre es que se producen nuevas células sanguíneas sanas, pudiendo mejorar el estado e incluso sanar algunas patologías.
En el caso de las personas con enfermedades relacionadas con la médula ósea lo ideal y deseable siempre es un trasplante de médula ósea completa de uno de los familiares más cercanos que fuese compatible; pero lamentablemente, esto solo ocurre en un 30% de los casos, por lo que la conservación de las células madre provenientes de la sangre del cordón umbilical pasan a ser una alternativa a tener en cuenta. En niños, el trasplante de células de sangre del cordón umbilical presenta más ventajas que el trasplante de médula ósea completa.
Banco de Celulas Madre