En nuestro cerebro se esconde una especie de termostato que pone en marcha mecanismos para evitar perder calor en caso de que la temperatura exterior descienda, manteniéndose a una temperatura media de 36,7 grados centígrados.
Sin embargo, en ocasiones nuestro cuerpo puede verse invadido por un calor anormal, llamado fiebre. La mayoría de las veces la fiebre es desencadenada por infecciones provocadas por microorganismos (bacterias, virus u hongos), pero en otros casos ciertas enfermedades con inflamación e incluso ciertos medicamentos pueden originar alteraciones en nuestro termostato y dar lugar a la fiebre.
Para combatir la fiebre, en general es suficiente con guardar reposo y tomar abundantes líquidos para evitar una deshidratación. No obstante, en casos donde la fiebre es más elevada de lo normal o persiste durante muchas horas o días, también es recomendable mantener una temperatura ambiente de entre 21 y 22 grados, evitar el exceso de abrigo en la cama y usar ropas ligeras para facilitar la pérdida de calor. También debemos mantener las mucosas húmedas y limpias.
Una dieta blanda también nos ayudará a rebajar la temperatura. Y, ocasionalmente, puede ser recomendable tomar baños con agua tibia o templada (por lo contrario, hay que evitar los baños de agua fría, pues la vasoconstricción producida impediría la pérdida de calor).
Medicamentos para la fiebre
Para bajar la temperatura y aliviar las molestias que ocasiona la fiebre, también podemos recurrir a fármacos como los llamados anti-inflamatorios no esteroideos, que también son antitérmicos. En este conjunto de fármacos los más recomendados son el ácido acetilsalicílico o el paracetamol.
El ácido acetilsalicílico, además de la acción antipirética, posee acciones analgésicas y antiinflamatorias. En el caso del paracetamol, hay una escasa acción antinflamatoria, pero, por contrapartida, acarrea menos efectos adversos que el ácido acetilsalicílico.
Otro antiinflamatorio no esteroideo que se puede tomar para combatir la fiebre es el ibuprofeno.
Cómo tratar y bajar la fiebre en bebés
Los bebés y niños pequeños tienen un sistema inmunológico más inmaduro que les propicia a ser contagiados por muchas más infecciones y enfermedades, por tanto los episodios de fiebre pueden ser más comunes y duraderos. Un niño tiene fiebre cuando su temperatura está en o por encima de estos niveles:
- 100.4° F (38° C) medida en las nalgas (rectal)
- 99.5° F(37.5° C) medida en la boca (oral)
- 99° F (37.2° C) medida bajo el brazo (axilar)
La farmacología recomendada para combatir la fiebre en niños es, también, el paracetamol e ibuprofeno, aunque el ibuprofeno solo puede emplearse en niños mayores de 6 meses de edad).
Otros remedios caseros para bajar la temperatura de los bebés y niños pueden ser:
- Aligerar la ropa para que el calor pueda disiparse.
- Evitar temperaturas altas en la estancia.
- Recurrir a un baño caliente o tibio (y dejar que la temperatura del agua vaya bajando con los minutos).
- Utilizar compresas frías en la frente.
- Hacer una dieta líquida para facilitar la rehidratación. Los que dicen lo de “no alimentar la fiebre” tienen algo de razón, según recientes estudios científicos.
Se desaconseja el uso de aspirinas o ácido acetilsalicílico en un bebé o niño. Si la fiebre fuera muy alta en un bebé de menos de tres meses, es recomendable acudir al hospital.
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