El tabaco es la principal causa de manchas en los dientes. Además, el alquitrán y la nicotina que contiene favorecen el desarrollo de caries, ya que tienden a disminuir el flujo salival que actúa como protector natural de la dentadura.
Del mismo modo, sustancias como las bebidas de cola, el té, el café o el vino tinto afectan a la coloración de los dientes y generan manchas. En el caso del vino, este posee unas sustancias llamadas cromógenos, productoras de pigmentos que tienen la capacidad de adherirse al esmalte y tintar los dientes. Además, la acidez del vino también propicia la filtración de sustancias como los taninos y los antocianos en los dientes, lo que puede mancharlos.
Asimismo, favorecen la tinción de los dientes las salsas muy coloreadas (tomate, ketchup, soja, curri) o los colorantes como el azafrán.
Supuestos alimentos blanqueadores
Ahora bien, ¿hay alimentos capaces de hacer justo lo contrario? ¿existen alimentos capaces de blanquear los dientes? Lo cierto es que no, aunque a algunos se les hayan atribuido propiedades blanqueadoras a lo largo del tiempo, como es el caso de los cítricos o las fresas.
Contrariamente a lo que muchos piensan, las fresas poseen una enzima denominada ácido málico que, lejos de producir un blanqueamiento dental, lo que hace es provocar un proceso erosivo muy suave sobre el esmalte de los dientes, de modo que lo que puede parecer un blanqueamiento es, en realidad, un desgaste del esmalte. Aparte de que por su color, las fresas tiñen la dentadura.
Las frutas cítricas son ricas en vitamina C, que es antioxidante, elimina radicales libres y, en cierto modo, tiene un efecto antibacteriano al favorecer la producción de saliva y, por tanto, el blanqueamiento natural y la limpieza bucal en general. También ayuda a la cicatrización por la estimulación de la síntesis de colágeno. Por ello, su papel más bien es el de ayudar a la salud gingival. No se recomiendan algunas prácticas frecuentes, como frotar los dientes con jugo de limón o de pomelo, por el alto contenido en ácido de estas frutas, lo que puede erosionar el esmalte dental.
Tradicionalmente se han adjudicado propiedades blanqueadoras a la manzana, la zanahoria y el apio, pero lo cierto es que estos alimentos no blanquean. Únicamente limpian un poco los dientes y las encías al arrastrar la placa bacteriana y no lo hacen de forma exhaustiva (es decir, que nunca deben sustituir al cepillado después de las comidas principales).
Dieta post blanqueamiento
Como vemos, no hay alimentos con efectos blanqueadores, aunque unos más que otros pueden ayudarnos a mantener nuestra dentadura en mejor estado. En cualquier caso, todos ellos tomados en una dieta variada y equilibrada siempre son beneficiosos y no acarrean ningún inconveniente para nuestros dientes.
Eso sí, en caso de someternos a un blanqueamiento dental es recomendable seguir una dieta determinada, además de otros consejos. Durante las siguientes 24 ó 48 horas tras el tratamiento es importante llevar una dieta blanca, es decir, escoger alimentos sin color y evitar en todo lo posible los que sí lo tienen.
Entre los primeros están el arroz blanco, la pasta con queso o nata, las carnes blancas, el pescado blanco, los lácteos o el chocolate blanco. Entre los que es mejor evitar durante el blanqueamiento figuran las sustancias y alimentos mencionados anteriormente, y otros como las carnes rojas, el pescado azul, la mostaza, la remolacha, las espinacas, los arándanos o el chocolate negro.
No obstante, lo fundamental es llevar siempre una alimentación saludable. Evitar el picoteo entre horas, comer una fruta o una hortaliza a mordiscos de vez en cuando y evitar hábitos perjudiciales, como el tabaco o el consumo excesivo de café, favorecerán una dentadura sana y con buen aspecto.
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