La incertidumbre provocada por la situación ha generado cierta ansiedad y preocupación, por este motivo volver a retomar nuestras rutinas o las riendas de nuestra vida nos ayuda a mantener una actitud positiva y reforzar nuestra autoestima. Por supuesto, siempre siguiendo las recomendaciones de seguridad e higiene señaladas por los expertos.

Cada uno o cada familia tendrá una lista de prioridades, sin embargo, hay uno serie de actividades que pueden ser comunes para todos.

• Volver a encontrarnos con nuestra familia, amigos y personas cercanas: las visitas a otras personas se podrán comenzar a realizar a partir de la fase I de desescalada, siempre siguiendo las recomendaciones establecidas para cada etapa. Durante este período hemos dejado de lado: comidas, encuentros, cumpleaños, etc, que poco a poco podremos ir retomando.
• Recibir la primavera como se merece: uno de los mejores momentos de la primavera es poder salir al campo o ver como la naturaleza florece. En esta ocasión, nos ha pillado aislados dentro de nuestras viviendas. Una vez se comience la desescalada, a partir de la fase I, se podrá salir en grupos reducidos a dar paseos por el campo -dentro de la misma provincia en esta fase-. Andar por el campo, el monte, la playa u otros lugares al aire libre fortalece nuestro organismo, aunque hay que tener cuidado con las alergias.
• Abrazar a tus seres queridos: el abrazo es un acto de cariño, de demostración de cercanía y felicidad, y también, es un acto que transmite energía, ayuda a tranquilizarnos, disminuye nuestro estrés y nos ofrece una sensación de seguridad y protección que necesitamos en estos días. Sin embargo, este acto tan saludable emocionalmente no lo podremos llevar a cabo hasta que no desaparezca el riesgo de contagio. Posiblemente tendremos que esperar a la última fase de desescalada.

• Volver a agendar citas: durante el confinamiento todas aquellas consultas médicas, o de otro tipo, que teníamos programadas y que no fueran urgentes se han tenido que anular: revisiones infantiles, visitas al dentista, consultas estéticas, visitas al fisioterapeuta, etc. Ahora que comenzamos la desescalada ya se pueden comenzar a fijar nuevas citas, no todos los centros de salud están disponibles, lo mejor es llamar y preguntar cuándo se puede programar de nuevo la visita.
• Planificar actividades para el verano: es cierto, que todavía no tenemos seguridad de qué tipo de turismo vamos a poder hacer este verano, pero ya podemos ver qué tipos de medidas de seguridad se van a tomar en algunos lugares y realizar una lista de posibles destinos con diferentes alternativas. Organizar actividades nos ayuda a mantener la mente activa.
• Ayudar a la economía local: durante esta situación los comercios se ha tenido que cerrar y los propietarios han visto reducido sus ingresos. Es posible que después de tanto tiempo en casa necesites comprar ropa, zapatos, ir a la peluquería, etc. A partir de la fase I, los comercios pueden comenzar a abrir con ciertas restricciones, salir a compra y volver a activar la economía de estos comerciantes será una gran ayuda.