Cada vez hay más información disponible sobre salud, prevención, enfermedades… pero a tenor de las creencias y mitos más frecuentes sobre métodos para lograr un embarazo, parece que esta información no está calando o no está llegando adecuadamente a los usuarios. ¿Cuáles son los mitos más frecuentes en lo referente a fertilidad?
Las relaciones sexuales frecuentes son garantía de éxito. Falso
Está claro que si la vida sexual es escasa, la llegada de un embarazo se complica. No obstante, una pareja que esté buscando un hijo debe prestar más atención a cuándo tiene relaciones íntimas que a la cantidad de las mismas. Por ello, hay que tener en cuenta que la mujer no es fértil todos los días del ciclo y que es necesario un cierto control de cuándo se produce la ovulación para calcular el momento idóneo de las relaciones sexuales. Cuanto más regular es el ciclo de la mujer, más fácil es saber los días fértiles.
El momento más fértil es el período periovulatorio, que es cuando el óvulo maduro sale del ovario y va hacia las trompas de Falopio, un proceso que ocurre unos 14 días antes de tener la regla. Dado que los espermatozoides pueden sobrevivir un máximo de dos o tres días después del coito, lo idóneo es tener relaciones sexuales justo antes o durante la ovulación. En términos generales, se recomiendan al menos 3 coitos durante la semana fértil, mejor si son interdiarios, pero tampoco hay que obsesionarse.
Un ciclo regular y una menstruación normal, sinónimos de fertilidad. Falso
En término generales, una mujer con ciclos regulares tiene ovulaciones regulares; sin embargo, hay muchas otras causas de infertilidad y si han pasado más de 12 meses intentando un embarazo sin conseguirlo, se debe consultar al especialista; en el caso de las mayores de 38 años, deben acudir a los 6 meses.
La fertilidad femenina llega hasta la menopausia y la masculina no acaba. Falso
Tener la regla no es sinónimo de ser fértil. Por eso, pensar que hay tiempo de lograr un embarazo hasta que se presenta la menopausia es un error. La reserva ovárica de una mujer sana (número de óvulos con los que cuenta en su vida reproductiva) comienza a descender de manera notable a partir de los 35 años. Desde ese momento, sus posibilidades de quedarse embarazada de forma natural caen drásticamente debido a la escasez de óvulos viables. Se calcula que a los 40 años la probabilidad es solo del 5 % en cada ciclo y que es prácticamente nula a los 45 años. De esta forma, es posible tener la regla hasta que llega la menopausia varios años después, pero no tener hijos de forma natural.
Por su parte, el varón tiene una vida fértil más prolongada, pero lo cierto es que también experimenta un declive con los años, sobre todo a partir de los 50, donde la edad empieza a ser un factor importante.
Los 40 son los nuevos 30. Falso
Esta frase tan repetida es cierta en muchos ámbitos de la salud; tales como envejecimiento, dermocosmética, forma física, etc. Sin embargo, no es aplicable a la fertilidad femenina, cuya biología no ha variado al mismo ritmo que los avances que han hecho posible que gocemos de una vida más larga y más sana que hace décadas.
Estas mejoras en Ciencia y Medicina, unidas a la evolución experimentada en el ámbito laboral, económico y social han contribuido a crear una gran brecha entre la edad idónea para tener hijos desde un punto de vista estrictamente biológico y la edad a la que la población se plantea tenerlos. Este mito relacionado con la juventud ha contribuido a extender la idea errónea de que la búsqueda del embarazo puede prolongarse mucho más que hace décadas, pero no es cierto.
El periodo de fertilidad óptimo para la mujer va, aproximadamente, desde los 16 a los 35 años. Así, aunque de los 40 en adelante una mujer goce de una salud estupenda, lleve una vida activa y se encuentre repleta de energía y motivación, lo cierto es que sus posibilidades de quedarse embarazada de forma natural son menores que si lo intenta antes de los 35 años.
Si en mi familia no hay infertilidad, no me afecta. Falso
El hecho de que no se hayan diagnosticado o constatado antecedentes familiares de infertilidad, no quiere decir que no existan. Asimismo, existen otros condicionantes sobre la capacidad para engendrar, gestar y parir hijos que no están relacionados con la genética, tales como haber sufrido enfermedades de transmisión sexual, cirugías abdominales o pélvicas que pueden haber obstruido las trompas de Falopio, abortos previos, intervalo entre gestaciones, patologías autoinmunes, endometriosis, factores ambientales, edad, etc.
La infertilidad es solo por causa femenina. Falso
Actualmente, se estima que los problemas para lograr un embarazo se reparten prácticamente por igual entre hombres y mujeres. De forma que un 40 % se deben a motivos relacionados con la mujer, otro 40 % son de origen masculino y el 20 % restante de la infertilidad responde a factores mixtos o desconocidos.
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