Los bebés lloran y no es malo. Es una de las maneras que tienen para descargar tensión y reclamar la atención de los padres. No hay que alarmarse en exceso cuando lo hacen, si no hay causa aparente. Lo mejor es estar con ellos e intentar calmarlos con alguna de estas técnicas.
Tiene las necesidades básicas cubiertas
Cuando un bebé llora, es bueno asegurarse de que sus necesidades más básicas están cubiertas y no están llorando por alguna de ellas. Primero, es importante comprobar que está seco y no tiene el pañal sucio, algo que le puede provocar molestias e irritaciones en la piel. Después, hay que asegurarse de que no está llorando porque tiene hambre. Según su edad, probar a darle el pecho o el biberón es una buena manera de calmarle, ya que el hambre puede haber provocado tan sonora reacción. Eso sí, procura que cuando le alimentes no esté en el momento más algido de su llanto, ya que puede vomitar todo. Es mejor procurar calmarlo antes y ver cómo reacciona ante la comida que le das.
Revisa su temperatura
No tienes por qué ponerle el termómetro. Es decir, el llanto puede ser porque el pequeño tiene frío o, por el contrario, está demasiado arropado y tiene calor. Los bebés no saben regular su temperatura corporal y dependen del buen hacer de los padres para estar siempre a la temperatura correcta. De hecho, los bebés suelen necesitar temperaturas más bajas para estar cómodos y descansar. Si está arropado y sudando, será recomendable quitarle la manta o algo de ropa para que esté más cómodo.
Échalo sobre tu hombro izquierdo
Esta posición es clave para ayudar a que el bebé se relaje. El corazón se encuentra en el lado izquierdo y es el sonido que ha estado escuchando durante los 9 meses de embarazo. El ritmo constante del corazón puede conseguir que se relaje y, además, reforzará los lazos con los padres.
El poder del sonido
Los bebés pueden ser muy sensibles al sonido. Hablarle bajito, de manera dulce, cantarle una nana puede ayudarles a relajarse y dejar de llorar. También puedes optar por poner música suave y relajante para que se dejen tranquilizar con la melodía. Hay aplicaciones para smartphone que disponen de una selección de canciones especialmente pensadas para bebés que pueden sacarte del apuro. Además, las palabras de cariño y las nanas cantadas por los padres pueden ayudar a reforzar los lazos afectivos con el bebé y, ¿quién sabe?, quizás asentar una rutina que os una a lo largo de toda su infancia.
Les gusta el vaivén
Sin duda, una de las mejores maneras de relajar a un bebé y calmar su llanto es mecerlos. Bien sea en los brazos o en una cuna mecedora, el ritmo lento y pausado consigue amansarlos. Acunar al pequeño entre los brazos mientras paseas puede ser una herramienta muy útil para calmar su lloro, conseguir que se relaje y duerma.
Un baño calentito y un masaje
Como pasa en el caso de los adultos, a los bebés también les gusta el agua calentita. Si no consigues calmar el llanto de tu bebé con música suave o paseos, ¿por qué no darle un baño relajante seguido de un masaje? Dejar que flote en el agua caliente de la bañera le llevará a su tiempo de gestación en la barriga, donde se sentía a gusto y seguro. Esto puede conseguir que el llanto cese y tu bebé entre en un estado de calma y tranquilidad. Cuando vayas a secarlo, aprovecha para darle un suave masaje por todo el cuerpo. ¡A ellos también les gusta!
Si tu bebé no se calma tras muchos y largos intentos (hay que tener mucha paciencia en estos casos), no temas en pedir ayuda a un pediatra, porque quizás haya una razón médica tras el incesante llanto. Pero recuerda que lo más probable es que esto no sea así y con uno de los trucos anteriores, o combinando varios, conseguirás que tu peque deje de llorar.
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