Lucir una sonrisa atractiva se ha convertido en una importante carta de presentación en la sociedad actual. Son numerosos los procedimientos dentro de la odontología para mejorar la estética bucal y uno de los más habituales es el blanqueamiento dental.
Dado este creciente interés social por tener los dientes cada vez más blancos, los dentistas advierten de que el blanqueamiento, aunque es una técnica mínimamente invasiva, no es inocua para la salud y alertan de los riesgos de utilizar productos blanqueantes sin control.
¿Qué dice la legislación?
La legislación vigente establece que las concentraciones de peróxido de hidrógeno (el compuesto químico más utilizado para el blanqueamiento dental) por encima del 0,1% solo pueden ser distribuidas de forma exclusiva a los dentistas y que el producto únicamente puede ser empleado y aplicado por odontólogos y estomatólogos en una clínica dental.
Una concentración igual o menor a 0,1% de peróxido de hidrógeno, presente en distintos productos bucales de venta directa al consumidor, se considera segura.
Riesgos para la salud
Pese a la claridad de la norma, el Consejo General de Dentistas de España ha denunciado en varias ocasiones que hay productos con altas concentraciones de agentes blanqueantes que se venden directamente al público, lo que, además
de ser ilegal, pone en peligro la salud. Quemaduras, alteraciones en las mucosas o sensibilidad dental son algunos de los efectos secundarios.
Antes de iniciar un tratamiento blanqueante es necesario, en primer lugar, acudir al dentista. Él será el encargado de realizar una valoración de la salud bucodental del paciente, no solo para decidir el tratamiento más adecuado en cada caso, sino para descartar otros problemas de salud bucodental y evitar así posibles complicaciones. De existir caries, por ejemplo, estas deben ser tratadas antes del blanqueamiento. Además, este procedimiento no está recomendado en pacientes con gingivitis u otras enfermedades periodontales. Tampoco antes ni inmediatamente después de haberse realizado un tratamiento de restauración dental.
Son unas valoraciones que únicamente puede hacer el odontólogo. Asimismo, el profesional también deberá tener en cuenta otros condicionantes externos como el consumo de tabaco o alcohol, ya que pueden potenciar los posibles efectos tóxicos del peróxido de hidrógeno, recuerda el Consejo de Dentistas.
Tipos de blanqueamiento dental clínico
El blanqueamiento dental clínico se puede hacer en consulta o en casa. Hay varios tipos y los más frecuentes son los siguientes:
- Fotoactivación: se lleva a cabo en un centro odontológico. Es un blanqueamiento rápido cuyos resultados se pueden ver desde la primera sesión, con un aclarado de hasta 8 tonos. Consiste en colocar una funda que protege las encías, la lengua y el paladar para, después, aplicar un gel blanqueante que se actica mediante luz LED para lograr el efecto deseado.
- Blanqueamiento en casa con gel: es un blanqueamiento que podemos hacer en casa pero con la supervisión del odontólogo. Se utilizan unas férulas de plástico en las que se aplica un gel blanqueador, según las indicaciones del dentista.
- Blanqueamiento mixto: es una combinación de los dos anteriores. Al hacer un blanqueamiento en la clínica y además otro en casa, se consigue un aclarado de hasta 10 tonos y una mayor duración de los resultados.
- Blanqueamiento interno: es un blanqueamiento especial para casos concretos en los que un diente pierde color por alguna causa. Durante varias sesiones en la clínica se realiza un blanqueamiento interno que le devuelve el color hasta igualarlo con el resto de dientes.
Precauciones
El Consejo General de Dentistas de España advierte de que algunos de los productos blanqueantes que se venden a los consumidores tampoco cumplen la legislación vigente sobre etiquetado, por lo que recomienda que exijan que se les detalle la concentración y el tipo de activo blanqueante. Con esta información, deberían comprobar en la Subdirección General de Productos Sanitarios o los Colegios Profesionales de Dentistas si el artículo que han adquirido está autorizado en España.
En cuanto a los productos con concentraciones inferiores al 0,1% de peróxido de hidrógeno, estos sí son inocuos para la salud, por lo que su libre distribución no presenta riesgos, si bien su eficacia como blanqueantes es prácticamente nula.
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