Salud

Líbrate de las alergias con estas ‘lentillas nasales’

Científicos de la Universidad de Aarhus (Dinamarca) han desarrollado un filtro que se coloca en el interior de la nariz para cortar el paso a los alérgenos, y así evitar la rinitis alérgica, es decir, la reacción excesiva de nuestro sistema inmune frente a la entrada de polen o polvo en las vías respiratorias nasales.

Una solución que contribuirá a aliviar los problemas de la alergia al polvo y al polen que sufren aproximadamente 500 millones de personas en el mundo.

 

El origen del problema

En realidad, cuando decimos que alguien sufre alergia al polvo nos referimos a que tiene alergia a unos insectos diminutos, invisibles fuera del microscopio, llamados ácaros del polvo, que sobre todo proliferan en los tejidos y en las camas, así como en los ambientes húmedos. Los ácaros son tan diminutos que una cucharadita de polvo puede contener hasta mil ejemplares.

Pero lo relevante para un alérgico, si aún somos más precisos, son las deposiciones o excrementos de estos insectos: en esa misma cucharadita de polvo hallaríamos 250.000 deposiciones. Las encimas que excretan los intestinos del ácaro atacan las vías respiratorias y provocan síntomas asmáticos en la mayoría de alérgicos.

El polvo de la casa también puede contener pequeñas partículas de polen, moho, fibras de ropa y tejidos y corpúsculos de otros elementos. Todos éstos también pueden desencadenar alergias y asma.

 

El filtro nasal

danish-nasal-filter

Aunque todavía es un prototipo, este filtro nasal, del tamaño de un lente de contacto, podría ser la solución para muchos de los problemas de los alérgicos al polvo y al polen, pues es capaz de evitar muchos de sus síntomas, tales como mucosidad u ojos llorosos.

El filtro fue probado en un experimento controlado con 65 alérgicos al polen, y en solo 48 horas refirieron una mejoría notable. En la mayoría de los casos se comprobó que los síntomas de la alergia se reducía un 50%. La eficacia era aún mayor si los voluntarios se introducían el filtro antes de que aparecieran los síntomas. De media, la mucosidad desaparecía en un 84% de los casos, comparándolo con quienes llevaban un dispositivo que no funcionaba (el placebo), mientras que el exceso de lagrimeo dejaba de producirse en la totalidad de los voluntarios.

Otra de las ventajas del filtro es que también parece haber reducido los síntomas de somnolencia de los alérgicos en más del 50% de los casos, tal y como explica Torben Sigsgaard, de la Universidad de Aarhus:

Esto es interesante porque la somnolencia es un efecto secundario bien conocido de algunos de lo antihistamínicos usados con más frecuencia y, para algunas personas, tener alergia puede en sí mismo producir cansancio. Para algunas víctimas de la alergia, ésta podría ser la ventaja más importante del filtro.

El filtro Rhinix, como ha sido bautizado, fue desarrollado principalmente por Peter Sinkjaer Kenney, un estudiante de doctorado en el Instituto de Medicina Ocupacional y Ambiental de la Universidad de Aarhus. El filtro se introduce fácilmente en ambas fosas nasales, y se puede utilizar tanto en ambientes profesionales como sociales, y también durante el sueño, como podéis ver en el siguiente vídeo:

 

Recomendaciones para alérgicos

En España 12 millones de personas están afectadas por alguna enfermedad alérgica, según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), de modo que cualquier previsión es poco para combatir sus efectos.

En España, la alergia al polen es la más frecuente y está causada principalmente por el polen de las plantas, los árboles y el césped. Los días de viento suave (7-10 m/s) o moderado (11-21 m/s), secos y soleados y los momentos previos a las tormentas son los peores por su mayor concentración de polen. Esos días son los más adecuados para mantener las ventanas de las habitaciones cerradas, y si se ventila una estancia se debe hacer preferiblemente al mediodía.

Los días críticos también es recomendable pasarlos en casa el máximo de tiempo posible. En caso de desplazamiento en coche, mantener las ventanillas cerradas. Y llevar gafas de sol para que el polen no pueda entrar en contacto con los ojos en caso de que debamos ir a pie.

Al llegar a casa de nuevo, hay que tomar una ducha. Y la ropa es mejor no tenderla en el exterior, ya que los granos de polen pueden quedarse atrapados een el tejido. También se deben evitar las actividades que removerán las partículas de polvo o polen, como usar una escoba.

Finalmente, para tener una casa menos susceptible a la acumulación de polvo y polen hay que evitar las alfombras en lo posible, e instalar filtros antipolen en los aparatos de aire acondicionado.