Demencia, Envejecimiento

Problemas de olfato, ¿un síntoma de Alzheimer?

Para saber si se está empezando a sufrir Alzheimer hay una serie de síntomas en los que debemos fijarnos, incluido la pérdida de olfato.

El Alzheimer afecta severamente a la memoria, la orientación en el tiempo y el espacio, y no tiene cura. También es la forma más común de demencia. Sin embargo, puede retrasarse con ejercicios cognitivos y otros cuidados. Es lo que conocemos como estimulación cognitiva, o lo que es lo mismo, mantener el cerebro activo con distintos tipos de ejercicios y tareas que nos obliguen a pensar, como aprender un segundo o un tercer idioma.

También vale la pena prevenir antes de que nos diagnostiquen la enfermedad, fijándonos en los primeros síntomas. Uno de ellos, a tenor de un estudio científico realizado en Japón, es la pérdida de olfato, uno de los síntomas al que menos atención prestamos.

El estudio, publicado en Chemical Senses, ha sido realizado por Makizako y sus colaboradores en 220 personas mayores con deterioro leve de sus funciones mentales.

Mal olfato

En el estudio, quienes mostraron un peor olfato obtuvieron peores resultados en los test de memoria (verbal y visual), funciones ejecutivas, atención y una velocidad de procesamiento de la información más lenta. Y es que al parecer, la pérdida de olfato probablemente posee una relación más intensa con la pérdida de memoria que con otras funciones mentales.

El estudio se suma así a otros realizados en ratones, como el publicado en Journal of Neuroscience, donde investigadores sugieren que las placas dañinas se desarrollan primero en la parte del cerebro del ratón que está dedicada al sentido del olfato. En el ensayo, los ratones con las placas afectadas pasaban más tiempo olfateando olores para recordarlos, y tenían dificultades para distinguir la diferencia entre los olores.

En 2005, los neurocientíficos del Laboratorio de Neurociencia Funcional de la Universidad Pablo de Olavide pusieron en marcha un estudio longitudinal que permitió seguir a personas mayores sanas y a otras con deterioro cognitivo leve durante 3 años, llegando también a la conclusión de que el olfato en un marcador temprano del Alzheimer. Tal y como explica el profesor de Fisiología y director del equipo de investigación del Laboratorio de Neurociencia Funcional de la UPO, José Luis Cantero:

Al evaluar la función olfativa de una persona con quejas subjetivas de memoria y cuantificar los cambios anatómicos producidos en las áreas cerebrales que participan en esta función, observamos un deterioro de la capacidad olfativa acompañado de una pérdida de integridad anatómica de estas áreas.

Es decir, que a corto o medio plazo quizá se podría desarrollar un diagnóstico del Alzheimer basado en pruebas olfativas.

El olfato es un sentido muy sensible, pues podemos reconocer hasta 10.000 olores distintos, mientras que a nivel de la vista, solo reconocemos 200 colores. El olfato nos permite reconocer distintos aromas, comparar con los que tenemos en nuestra memoria y descubrir nuevos perfumes. Tal vez por ello es un sentido que guarda una relación tan estrecha con nuestras funciones mentales y nuestra memoria.

Otros síntomas

Además de la pérdida de olfato, debemos estar alerta con los siguientes síntomas de Alzheimer:

  • Dificultad para recordar cosas.
  • Formular la misma pregunta de manera repetida.
  • Tener problemas para resolver operaciones sencillas de matemáticas.
  • Perderse fácilmente, incluso por zonas familiares, como el propio barrio o ciudad.
  • Perder objetos o ponerlos en lugares extraños.

Estos son algunos de los síntomas más prematuros, pero los siguientes pueden tener lugar en casos en los que la enfermedad está más avanzada:

  • Olvidarse de ejecutar acciones frecuentes y familiares, como cepillarse los dientes o peinarse.
  • Para algunas personas, tener problemas de la vista es una señal del Alzheimer. Pueden tener dificultad en leer, juzgar distancias y determinar color o contraste.
  • Estar confundido en cuanto al tiempo, las personas y los lugares.
  • Olvidarse de los nombres de cosas comunes.
  • Los que padecen del Alzheimer pueden tener problemas en seguir o participar en una conversación.
  • Deambular lejos de su casa sin saber dónde tenían que ir.