Salud Dental

¿Sabías que los implantes dentales tienen más de 2000 años?

Desde hace siglos, el ser humano se ha preocupado tanto por su higiene bucodental como por los aspectos cosméticos de su dentadura.

Si bien el invento del hilo dental se atribuye a un dentista de Nueva Orleans del siglo XIX, se han encontrado muestras de hilo dental y mondadientes en restos humanos prehistóricos, lo que deja en evidencia que las personas han tenido interés en lucir una buena sonrisa desde tiempos antiguos. En el siglo I d.C., el escritor y filósofo romano Plinio el Viejo, por ejemplo, recomendaba las cenizas de pezuñas de cabra para lavarse los dientes.

Implantes

Ahora, un equipo de arqueólogos que trabaja desde hace años en el yacimiento celta de Le Chene, en el norte de Francia, ha encontrado el que fue el primer implante dental de Europa.

Concretamente, el hallazgo arqueológico corresponde a un fragmento puntiagudo de hierro oxidado junto a los dientes de una mujer de entre 20 y 30 años, enterrada en una cámara funeraria de madera hace unos 2.300 años, tal y como publica la revista especializada Antiquity.

Sin embargo, lo más probable es que el implante se realizara en el cadáver, para adecentarlo, y no cuando estaba vivo. La razón de ello es que, en aquella época, antes de la romanización, los conocimientos médicos eran muy escasos y la infección producida por el metal habría sido letal. Sea como fuere, el hallazgo tiene un valor arqueológico destacable y pone de manifiesto hasta qué punto la cosmética de la dentadura hunde sus raíces en la historia.

No es tampoco el implante dental más antiguo jamás encontrado, pues fuera de Europa se han hallado implantes dentales en Egipto y Oriente Medio fabricados hace 5.500 años.

Evolución del implante

Implante

El implante dental es una estructura para sustituir la raíz y encima de éste se coloca una prótesis que completa este diente artificial, que ocupará el sitio que ocupaba el diente, natural, anterior. Habitualmente tiene forma de rosca y está fabricado con materiales biocompatibles que no producen reacción de rechazo y permiten su unión al hueso. Sin embargo, en sus orígenes los implantes fueron mucho más rudimentarios.

En la Edad Antigua ya se efectuaban trasplantes dentarios. Durante este período, los cirujanos barberos pusieron de moda los trasplantes dentales, haciendo uso como donantes a los plebeyos, sirvientes y soldados.

En la Edad Moderna, se colocaron los primeros implantes metálicos. A finales de Siglo XIX y principios de XX, diferentes inventores concibieron raíces de diferentes materiales como el iridio, el plomo o la cerámica.

Finalmente, en la Edad Contemporánea se define por primera vez el concepto de implante dental tal y como lo conocemos hoy en día. Durante la Primera Guerra Mundial, por ejemplo, se insertaron tornillos, clavos y placas en los hospitales militares. En 1937, Venable y Strock publicaron su estudio con Vitallium, un nuevo material formado de cromo, cobalto y molibdeno. En la década de 1980, Calcitek Corporation desarrolló la calcitita, que es una hidroxiapatita cerámica policristalina.

Titanio, cerámica y zirconio

Durante los últimos años se han producido avances tecnológicos y biológicos muy importantes en la implantología dental. Actualmente están fabricados preferentemente de titanio químicamente puro y actúan como sustitutos de las raíces dentales. Mecánicamente, su dureza le permite soportar elevadas cargas producidas durante la masticación.

También son muy usados los implantes de materiales cerámicos. El más frecuentemente empleado es la hidroxiapatita. Estos materiales permiten una integración más rápida y fuerte que la producida con el titanio, ya que la unión no es mecánica, sino supuestamente química, dando lugar a la llamada biointegración, que da un resultado más estético que se usa en el frente anterior (incisivos y caninos).

El principal inconveniente del uso de materiales cerámicos es que resultan excesivamente frágiles. Por esta razón, solo se suele emplear como recubrimiento sobre el titanio. Sin embargo, con los implantes de óxido de zirconio, que se empezaron a colocar a principios del año 2000, hoy en día la mecánica es comparable a los de titanio.

Actualmente, los implantes continúan evolucionando, y las estadísticas de implantología en los últimos tiempos los sitúan como una de las más prometedoras ramas de la odontología moderna, sobre todo si tenemos en cuenta que, debido al aumento de esperanza de vida, la pérdida de dientes se hace cada vez más frecuente.