Envejecimiento, Salud Dental

Siete grandes consejos para el cuidado de la boca en la tercera edad

El envejecimiento provoca cambios en dientes y encías que hacen necesario extremar la higiene oral y acudir con más frecuencia al dentista.

El desgaste y los cambios propios de la edad dejan su huella en el organismo, también en la boca. Al llegar a la vejez, dientes y encías se acaban resintiendo por las enfermedades, la toma de medicamentos o el uso de prótesis. La saliva tiende a disminuir, por lo que existe una mayor sequedad de boca que puede provocar caries o infecciones bacterianas y por hongos. Además, se deteriora la superficie de los dientes, se pierde hueso alveolar y las encías adelgazan, lo que puede conducir a la pérdida de piezas dentales.

Consejos dentales

Por todo ello, es necesario prestar aún más atención si cabe a la boca en la tercera edad, manteniendo una buena higiene oral en casa y acudiendo periódicamente al dentista. Pero, ¿cuáles son los principales problemas en dientes y encías en esta etapa de la vida?, ¿qué hábitos y recomendaciones especiales debemos adoptar?

  • El deterioro de los dientes no solo afecta al esmalte (que se oscurece produciendo manchas), sino también a la raíz. Las caries radiculares, es decir, las que se dan en la propia raíz del diente, suelen ser las más comunes en las personas mayores. El motivo es que el retraimiento de las encías fruto del envejecimiento expone ahora zonas que antes estaban protegidas por el esmalte dental, predisponiendo a la aparición de caries. Por ello, es importante utilizar un cepillo adecuado que ayude a alcanzar la zona radicular; cepillarse los dientes después de cada comida con pasta fluorada; usar hilo dental y reforzar la higiene con enjuagues bucales.
  • Al estar la raíz más expuesta y los dientes más desgastados, la sensibilidad dental puede aparecer o agravarse en la tercera edad. Eso hace que determinadas zonas sean particularmente sensibles al dolor ante el consumo de alimentos y bebidas frías o calientes, ácidas o dulces. Es recomendable utilizar pasta para dientes sensibles y, si persiste el problema, consultar al dentista.
  • La sequedad bucal o xerostomía es muy común en las personas de edad avanzada y suele estar causada por la toma de medicamentos o por alguna enfermedad asociada a la edad. Si no se trata, puede originar distintas patologías sobre encías y dientes. Para prevenir la sequedad se aconseja beber muchos líquidos. Tomar dos litros de agua al día ayudará a la generación de saliva y protegerá los dientes. No obstante, también se puede recurrir a determinados productos, como espráis o enjuagues bucales, aunque siempre bajo prescripción del odontólogo.
  • Las prótesis dentales hacen la vida más fácil a los mayores, pero es importante limpiarlas y cuidarlas tanto como los dientes naturales. Por ello, se recomienda utilizar un cepillo especial para prótesis y visitar al dentista al menos una vez al año para su revisión.

La enfermedad periodontal y otras asociadas a la edad

Los mejores consejos para el cuidado de la boca en la tercera edad

  • En la tercera edad son muy comunes las enfermedades de las encías, que se agravan por factores como una higiene oral deficiente, el uso de medicamentos, el estrés, el tabaquismo, o el hecho de padecer enfermedades como diabetes, cáncer o afecciones cardíacas. La enfermedad periodontal es reversible en las primeras fases, por lo que es clave detectarla a tiempo y seguir el tratamiento que el dentista considere más adecuado.
  • Es primordial comunicar al odontólogo enfermedades preexistentes, sobre todo en el caso de diabetes, cáncer o afecciones cardíacas que pueden afectar a la salud oral. El especialista debe saberlo para que pueda atender correctamente estas necesidades especiales.
  • En muchos casos, los problemas gastrointestinales en los mayores están causados por deficiencias bucodentales. Una dentadura incompleta provoca la inadecuada masticación de los alimentos, dando lugar a una mala digestión y obtención de nutrientes.

En resumen, llevar una buena higiene oral en el hogar y visitar al dentista regularmente son prácticas que hay que seguir toda la vida para tratar de conservar en óptimo estado dientes y encías. Sin embargo, son hábitos que conviene extremar en la tercera edad si queremos mantener la salud bucal y también de todo el organismo.

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