Salud

Cómo afecta la falta de sueño a tu salud

La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que una persona debe dormir al menos siete horas diarias para mantener un estado físico y mental adecuado.

Consecuencias de la falta de sueño para la salud

La falta de horas de sueño de forma continuada va a provocar una serie de consecuencias muy importantes sobre nuestra salud. En primer lugar, nos limitará nuestra actividad diaria normal, ya sea en el trabajo o en casa, debido que hará que nos encontremos, aparte de con la necesidad de dormir, con cambios en el estado de ánimo, nos hará estar más irritables, tristes y, todo ello, incrementará el estrés y la ansiedad.
Además, está demostrado que la falta de sueño está íntimamente relacionada con el desarrollo de enfermedades a largo plazo como son la diabetes, obesidad, mayor uso y abuso de tabaco y alcohol, arritmias cardíacas y mayores probabilidades de padecer una enfermedad psiquiátrica.
Así por ejemplo, los pacientes con apnea del sueño, que es una enfermedad que hace que las personas que la sufren no descansen, en comparación con los individuos sanos, tienen casi el doble de probabilidad de fallecer en los siguientes diez años, por el riesgo de presentar hipertensión arterial, ictus cerebrales o un infarto agudo de miocardio.

Los problemas por falta de sueño afectan también a los niños

El problema de falta de sueño no es exclusivo de los adultos, sino que también se estima que casi una tercera parte de los niños tienen dificultades o problemas para dormir. La diferencia está en que el niño, en lugar de estar somnoliento, se activa para evitar dormirse, con lo cual se vuelve más inquieto e irritable. Los niños que duermen menos de lo deseable tienen más riesgo de padecer infecciones tales como otitis, sinusitis, faringitis, etc. Además pueden tener problemas de aprendizaje y con el lenguaje, problemas de inseguridad y autoestima, timidez, etc., que llevarán, más temprano que tarde, hacia el fracaso escolar. Se habla de que un niño de 5 años que tenga dificultades para dormir, tendrá muchas más probabilidades de padecer un trastorno del sueño durante toda su vida.

Las alteraciones del sueño en la infancia y adolescencia, de muy diversas etiologías, se pueden presentar como dificultades para conciliar o mantener el sueño, alteraciones durante el sueño o la somnolencia diurna excesiva.

El Plan de Calidad 2010 para el Sistema Nacional de Salud elaboró un conjunto de recomendaciones para ayudar a profesionales y pacientes a tomar decisiones sobre la atención sanitaria más apropiada, y a seleccionar las opciones diagnósticas o terapéuticas más adecuadas a la hora de abordar un problema de salud tan importante y frecuente como es el «Trastorno del Sueño en la Infancia y Adolescencia en Atención Primaria». De esta forma, concretamente para los adolescentes recomiendan, entre otras cosas:

  • Tener unos horarios regulares, incluso los fines de semana
  • Si duermen siesta, debe ser corta, entre 30-45 minutos, y a primera hora de la tarde
  • Concienciarlos sobre los efectos nocivos que tiene el alcohol, drogas y el tabaco
  • Tener unos horarios regulares con las comidas, evitando las bebidas estimulantes que contengan cola o cafeína

En conclusión, dormir bien debe ser una prioridad para grandes y pequeños, con el fin de evitar repercusiones en la salud.