Bienestar, Salud

Alopecia: esto es todo lo que tienes que saber sobre la calvicie masculina

La calvicie masculina es una condición frecuente que puede tratarse con la ayuda adecuada.

Si bien es cierto que en determinadas estaciones como el otoño se nos cae más el pelo, si esto lleva ocurriéndote hace tiempo y eres varón, quizás deberías preguntarte si no padecerás de la llamada alopecia androgenética, una de las grandes responsables de la calvicie masculina ante la que muchos no tardan en darse por vencidos.

Sin embargo, existen ciertas causas y síntomas que deberías conocer con el fin de identificarla a tiempo; algo clave para prevenirla, iniciar a tiempo un tratamiento y un largo etcétera que hoy te contamos con más detalle. ¿Listo para conocer todos estos misterios?

Qué es la alopecia androgenética masculina o MAGA

Para empezar, nos centraremos en qué consiste exactamente la alopecia androgenética masculina o AGA. Se trata de la calvicie más habitual entre la población y que, según las estadísticas, afecta en torno al 25% de los varones entre 25 y 35 años. Un porcentaje que se incrementa para aquellos mayores de 40 años –llegando al 40%-, y hasta el 50% para los que superan la franja de los 50.

En concreto, consiste en una pérdida de cabello prematura y anormal que, si bien puede aparecer en cualquier momento después de la pubertad, se incrementa –como hemos visto- a medida que avanza el tiempo. Una alteración que no solo es cosa de hombres, sino que también puede suceder en mujeres; ahora bien, la cantidad de casos es mucho menor y la caída de pelo suele ser difusa, sin que llegue a desprenderse todo el presente en la parte frontal.

La alopecia en la historia

La alopecia es un “mal que azota a la humanidad” desde prácticamente sus albores, y que la literatura y la historia han reflejado en múltiples ocasiones, así como los posibles remedios y creencias de aquel entonces. De esta manera, encontramos calvos famosos ya en el Antiguo Egipto, donde la madre del Rey Chata recomendaba una solución a base de garras de perro, pezuñas de burro y dátiles para paliarla.

Hipócrates se decantaba por una esencia de rosas opio, mientras que Aristóteles confiaba en el “poder de curación” de la orina de cabra. Julio César cubría su carencia con las ramas de olivo y los indios americanos se decantaban por las heces de pollo. En la Francia versallesca optaron por los tupés y ya en el siglo XIX empezaron a comercializarse los crecepelos. Posterior fue el Thermocap, una especie de secador industrial que, supuestamente, despertaba los bulbos capilares durmientes.

Causas

hombre_calvo

A pesar de que pueden confluir varios factores –como infecciones, el uso de determinados medicamentos y similares-, la causa principal de la alopecia tiene que ver con los andrógenos, las hormonas masculinas. Sin embargo y como podría pensarse, su acción no resulta determinante, sino que el proceso está condicionado por una mayor sensibilidad en los folículos pilares a estas hormonas.

Asimismo, existen determinados andrógenos, como la dihidrotestosterona, que actúan de forma más activa sobre el folículo en cuestión, acortando y adelgazando los cabellos, miniaturizándolos y modificando su diámetro y longitud de manera significativa. En la fase final, los folículos se degeneran por completo.

La alopecia es una condición que se hereda –se trata de una transmisión hereditaria multifactorial- y, por lo tanto, cuenta con una base genética. Esto quiere decir que, además de los genes, influyen otros elementos adicionales, algo que explica por qué, por ejemplo, tu abuelo tenía esa flamante cabellera blanca y tú tienes alopecia a los treinta.

Síntomas

Los síntomas más evidentes de la calvicie comienzan por las zonas más sensibles; a saber: las entradas y la coronilla. El patrón de este tipo de alopecia en los hombres varía, aunque suele acabar con la pérdida de todo el pelo a excepción del situado en la zona lateral y trasera de la cabeza.

Incluso existen siete estadios determinados clínicamente por científicos como Hamilton y Norwood. El primero corresponde a uno normal, mientras que el séptimo se refiere a una pérdida muy acentuada. En el caso de la mujer son cuatro y empieza por la zona central, en la línea media.

Cómo prevenirla y tratarla

alopecia

Para ralentizar y prevenir su avance, existen una serie de consejos que podemos poner en marcha. Lo primero, no obstante, será detectarla lo antes posible mediante un test específico. Dependiendo del riesgo y el género se recomendará un tratamiento con minoxidil. Más allá de este tratamiento, no obstante, existen algunos trucos.

Nos estamos refiriendo a cosas tan sencillas como evitar determinados peinados (suponiendo que lo tienes largo) como las coletas o las trenzas. Es buena idea intentar llevar el pelo limpio y lavarlo con un producto adecuado, usando agua templada y un acondicionador para evitar tirones al peinarlo. Secarlo al aire libre y cepillarlo y masajear el cuero cabelludo para favorecer la irrigación capilar, e incluir proteínas, alimentos ricos en azufre y ácidos grasos omega 3 son también acciones muy recomendables. Por supuesto, mantente alejado del estrés y el tabaco.

Además del minoxidil, también hay inhibidores específicos que evitan la miniaturización del cabello como el Finasteride y antiandrógenos como el acetato de Ciproterona, la Espironolactona y anticonceptivos. También puedes decantarte por el microinjerto capilar, la solución quirúrgica más avanzada para recuperar el cabello.

Ante tantas posibles soluciones, lo ideal es acudir a la consulta del especialista para que estudie cada caso de manera particular y establezca un tratamiento personalizado con el que conseguir los mejores resultados.