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Por qué no hay que bajar la piel del prepucio a los bebés

Si el niño tiene adherencias prepuciales y se las deja evolucionar libremente, la mayoría de ellas termina desapareciendo entre los 3 o 4 años.

Son muchos los padres y madres que en los primeros meses de vida de su hijo varón dudan sobre qué hacer con la piel del pene del bebé. Temen que, por no actuar de forma adecuada, el niño acabe sufriendo fimosis, que se produce cuando la piel del prepucio no puede bajar y dejar al descubierto el glande, lo que puede causar dolor, infecciones de orina repetidas y, en el futuro si no se corrige, dificultad en las relaciones sexuales.

En la actualidad existe la opinión generalizada entre los pediatras de que retraer suavemente el prepucio del bebé aprovechando el momento del baño es una buena medida de higiene, favorece la elasticidad de esa delicada piel y, por lo tanto, ayuda a que esta baje.

Sin embargo, la maniobra de forzar el prepucio a la que algunos padres recurren, y que algunos especialistas aún aconsejan, no solo no es necesaria, sino que es contraproducente. El motivo es que tales tirones pueden dar lugar a grietas y cicatrices que causen dolor y más problemas para que la piel pueda bajar de forma natural.

Respetar el proceso natural

Al nacer, prácticamente todos los niños tienen el prepucio tan pegado al pene que es casi imposible que se retire aunque sea un poco, precisamente para mantener la protección del glande o cabeza del pene y evitar posibles infecciones, aunque a un pequeño porcentaje de menores les baja la piel al año de edad.

No hay un momento concreto y depende de la evolución de cada niño, pero suele ser hacia los 3 o 4 años cuando la piel del prepucio está más flexible y fina, bajando sin dificultad en muchos de los casos, si bien algunos menores tardan un poco más.

Esto es porque, con la retirada del pañal, los niños empiezan a cogerse la piel del pene y manipularla. Con todas esas acciones, pero sobre todo con la de estirar el prepucio hacia afuera, lo que hacen es ir eliminando las adherencias prepuciales de manera natural. La fimosis como condición debe ser entendida como la incapacidad para retraer el prepucio en niños mayores de 3 años.

Por qué no hay que bajar la piel del prepucio a los bebés

Soluciones

Actualmente existen cremas con corticoides muy eficaces que, utilizadas durante un periodo corto de tiempo, permiten ablandar lo suficientemente el prepucio para que baje. Si este sigue dando problemas o provoca infecciones de orina, se planteará la posibilidad de la circuncisión, el procedimiento quirúrgico que elimina el prepucio adherido al glande.

La incidencia de fimosis es del 8% en los niños de 6 a 7 años y solo del 1% en los varones de 16 a 18 años. Alrededor de los 5 o 6 años, si la piel del prepucio no baja, se opta primero por aplicar cremas con corticoides de forma puntual y, si continúa provocando molestias, se emplea la cirugía. Si no da problemas, se puede esperar hasta los 14 años para la circuncisión.

Por lo tanto, ante la duda de qué hacer con la piel del pene de los bebés, no es necesario ni deseable tirar del prepucio a la fuerza, ya que respetando el proceso natural o con la ayuda de cremas si es preciso, se puede obtener el mismo resultado sin causar ninguna clase de dolor al niño.