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Estudiar en el extranjero: ¿cuál es la mejor edad para que vayan nuestros hijos?

La cercanía a las vacaciones de verano pone en el tapete la idea de enviar a los niños para que estudien en el extranjero. Pero, ¿cuándo se puede considerar que tienen la suficiente madurez para estar lejos de sus padres?

Estudiar en el extranjero es una de las mejores opciones educativas para nuestros hijos. Ya sea en un campamento bilingüe o estudiar un año entero. Es una excelente oportunidad para aprender otro idioma mientras viven experiencias nuevas, hacen nuevos amigos y conocen nuevas culturas.

Enfrentarse a nuevas experiencias fuera de su hogar les ayudará a desarrollar su autonomía y a ver el mundo de una manera distinta, una visión del mundo que, indudablemente, les brindará todas las herramientas para crecer con éxito, confianza y seguridad.

En la actualidad, ya no solo se trata de que se preparen académicamente, sino que les ayudará enormemente el sembrar experiencias y habilidades. Así podrán desarrollar todo su potencial y talento, además de que aprenderán a compensar sus debilidades.

Estudiar en el extranjero: ¿cuál es la edad apropiada para los niños?

Los expertos afirman que la mejor edad para que un niño estudie en el extranjero es a partir de los 12 años. Sin embargo, es importante acotar que todo depende de la personalidad y las circunstancias de cada niño. Si bien hay niños con 11 años que son autónomos y responsables, hay otros que pueden tener 16 años y no cuentan con esa madurez. Para estos últimos, la adaptación en un entorno desconocido y lejos de todo lo que lo hace sentir seguro, puede ser más difícil.

La recomendación es que a partir de los 6 años vayan a campamentos de verano en España. Ese tiempo vacacional que están lejos de los padres les ayuda enormemente a desarrollar confianza, seguridad y autonomía.

Estos tipos de campamentos, combinan la enseñanza del idioma con las actividades deportivas, multiaventuras, actividades culturales, sociales y artísticas.

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¿Cuánto tiempo es recomendable que los niños estudien en el extranjero?

El tiempo es el mejor aliado para que los niños aprendan un idioma. Los campamentos de idiomas en el extranjero suelen durar de dos a cuatro semanas. Estos programas cortos pueden ser una buena alternativa, pero un curso académico completo será más exitoso para que aprendan el idioma y para que refuercen sus habilidades cognitivas y personales.

Según datos aportados por ACEPROCE (Asociación Española de Promotores de Cursos en el Extranjero), a partir del 4º de la ESO, niños menores de 12 años se adaptan perfectamente a cursos en países como Canadá, Irlanda o Inglaterra.

En casos en los que los niños no pueden hacer los cursos académicos completos, tres o cuatro semanas durante las vacaciones de verano les permitirán adaptarse al destino y profundizar suficientemente el idioma.

¿Qué opciones existen para que los niños realicen cursos en el extranjero?

Existen muchísimas opciones para que los niños estudien en el extranjero. Una de ellas es vivir exclusivamente con una familia, estar en reconocidas escuelas internacionales, vivir en casa con el profesor… Eso sí, además de las clases, es importante que también tenga la oportunidad de tener actividades de deporte y ocio, así como excursiones con monitor español.

Hay que tener en cuenta que cada opción es muy distinta. Elegir cuál es la mejor tendrá mucho que ver con el perfil de cada niño y qué objetivo quiere lograr. Por ejemplo, alojarse con una familia dará más oportunidad de conocer la cultura del país de destino. En estos casos, lo mejor es que los niños sean muy responsables y sepan valerse por sí mismos.

Otra opción interesante es el hospedaje en el mismo centro o campus donde estudia. Podrá disfrutar de un ambiente agradable donde convivirá con otros estudiantes internacionales con los que podrá aprender y reforzar el idioma.

Ahora bien, siempre se tiene el miedo a que el niño se ponga malito en el campamento y es algo que puede preocupar en gran medida a los padres. Pero no hay por qué tenerlo demasiado presente, ya que existen seguros de salud específicos que pueden ser una buena opción para los cursos en el extranjero y para la absoluta tranquilidad de los padres. Es evidente que la seguridad y la tranquilidad son los mejores compañeros de viaje, así que una asistencia completa es básica para la serenidad de los padres.