A veces nos sorprendemos cuando en la balda de un supermercado o en la carta de un restaurante vemos determinados alimentos que no conocíamos, y queremos saber más sobre ellos. Puede ser el caso del ajo negro que últimamente está aumentando su presencia en tiendas y recetas y que además, está considerado como un superalimento.
¿Cómo es el ajo negro?
A la vista tiene la forma de un ajo tradicional, pero llama notablemente la atención su color totalmente negro que viene producido por una caramelización que se realiza tradicionalmente a los ajos en determinados países de Asia y especialmente en Corea y Tailandia.
En realidad se trata de un ajo normal que ha sido sometido a altas meses. Este proceso, que puede entenderse como una fermentación pero no lo es, le aporta al ajo un sabor entre dulce y ácido haciéndolo así muy diferente del que estamos acostumbrados.
Aunque sea un ingrediente de uso tradicional en la cultura asiática, no ha comenzado su expansión internacional hasta hace apenas unos años. En concreto no hará más de diez años que comenzó a utilizarse y a darse a conocer a través de las cocinas estadounidenses. Las mismas que le llevaron a ser considerado un superalimento.
Los beneficios del ajo negro
Parte de su popularidad no viene por su llamativo color o su sabor, sino por los beneficios que conlleva su ingesta. Los primeros estudios en aportar datos sobre sus ventajas vienen de Asia, como este de 2011 que confirma que el extracto de ajo negro envejecido induce a la inhibición del crecimiento celular cancerígeno.
Pero también se ha investigado este producto dentro de nuestras fronteras. En concreto la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) a través de sus investigadores de la Facultad de Medicina han indagado en la relación entre el ajo negro y los problemas cardiovasculares llegando a una interesante conclusión. El estudio, publicado en la revista Journal of Functional Foods afirma que este alimento “puede atenuar la disminución de la contractilidad cardíaca tras un infarto de miocardio”, según un estudio realizado con ratas.
En general los beneficios que suelen atribuírsele al ajo negro son los de antioxidante, mejora del sistema inmunológico y como ayuda para resistir la fatiga.
Por tanto si quieres comenzar a incluir este nuevo superalimento en tu dieta solo te quedará probar en qué recetas queda mejor, aunque puedes utilizarlo como lo harías con un ajo tradicional. Aunque es cierto que el precio de la variedad negra es bastante más elevado por el largo proceso que lleva para tomar ese color y propiedades.
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