Alimentos, Bienestar, Nutrición

¿Qué pasa si no desayuno?

Saltarse la primera comida del día puede aumentar el riesgo de obesidad, infarto, problemas de concentración y estomacales. El desayuno es fundamental, sobre todo en niños y adolescentes.

Las prisas por la mañana, tener poca hambre nada más levantarse a o, incluso, pensar erróneamente que evitar ese primer bocado puede ayudar a perder algún kilo demás… Son diversos los motivos que llevan a muchas personas a saltarse el desayuno. Se estima que entre el 20 y el 30 por ciento de los adultos no desayunan, una tendencia que según los expertos se refleja en la creciente prevalencia de obesidad y las anomalías cardiometabólicas asociadas.

Sin embargo, como científicos, profesionales de la salud, organismos oficiales, asociaciones e investigaciones vienen apuntando desde hace unos años, el desayuno es la comida más importante del día. Por ello, no desayunar puede llevar a problemas de salud física, pero también, a ver mermadas las habilidades y capacidades mentales.

Problemas, enfermedades y riesgos asociados a no desayunar

Y es que nada mejor que empezar el día dando combustible al cuerpo para afrontar el comienzo de la jornada. De hecho, los primeros alimentos que tomamos nada más levantarnos nos aportan el 25 % de la energía diaria. Por ello, pasar por alto este aporte de energía y nutrientes para el organismo puede pasarnos factura. Algunos de los problemas asociados con no desayunar son:

Problemas de peso y obesidad

Sobre todo en la infancia y la adolescencia. Algunos estudios han ligado la incapacidad para desayunar con problemas de sobrepeso y obesidad en los niños. Los expertos apuntan también que las personas que no desayunan suelen tener más hambre por la tarde y la noche, llegando a la cena con mucho apetito, lo que provoca que se levanten con pocas ganas de desayunar. La cuestión es que, si hay un ayuno prolongado, luego se come mucho y es más fácil que esas calorías se acumulen en forma de grasa.

Riesgo de infarto

Un estudio de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, alertó de que saltarse el desayuno puede elevar el riesgo de infarto, principalmente en los hombres. Publicada en la revista Circulation en julio de 2014, concluyó que no desayunar lleva a uno o más factores de riesgo de infarto, como obesidad, presión arterial elevada, colesterol alto y diabetes.

Dificultades de concentración

Debilidad y no desayunar

Distintas investigaciones han manifestado que los niños con hambre tienden a presentar más problemas emocionales, de comportamiento y académicos. También es posible que quienes no desayunen se sientan más cansados a lo largo del día.

Problemas de estómago

Además de no ayudar al tránsito intestinal, no desayunar puede provocar que los jugos gástricos estomacales, cuando sientan la falta de alimentos, liberen ácidos, inflamándose las paredes estomacales y desatando la gastritis.

Desequilibrios con la glucosa

Otro trabajo realizado por la Universidad de Harvard determinó que tomar el desayuno ayuda a mantener niveles buenos de azúcar en la sangre, de forma que no saltarse esta comida puede reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.

Ateroesclerosis

El pasado 2 de octubre se hizo pública una investigación de científicos españoles que alertaba de que saltarse el desayuno está asociado con mayor riesgo de aterosclerosis o endurecimiento de las arterias o estrechamiento de las arterias por acumulación de placa. Publicado en Journal of the American College of Cardiology, el estudio reveló que omitir la primera comida del día o ingerir muy poco al principio del día duplica el riesgo de aterosclerosis.

En concreto, los autores detectaron que las personas cuyo desayuno contiene menos del 5% de la ingesta calórica diaria recomendada (100 calorías para una ingesta diaria de 2000) presentan en promedio el doble de lesiones ateroscleróticas que los que comen un desayuno de alta energía. Los investigadores consideran que saltarse el desayuno podría servir como un marcador de una dieta o estilo de vida insalubre en general, lo que a su vez se vincula con el desarrollo y la progresión de la aterosclerosis.

Desayunos más sanos y saludables

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos subraya que un desayuno saludable es vital, sobre todo para los niños, puesto que sin esta comida matutina los pequeños se pasarán el día intentando recuperar esos nutrientes. Para que esta primera ingesta de alimentos del día sea saludable, este organismo sanitario aconseja consumir frutas y verduras, proteínas, granos y lácteos.

En la misma línea, el Ministerio de Sanidad español califica de desayuno saludable aquel que incluye productos lácteos, pan o cereales -preferiblemente integrales con el menor contenido posible de azúcares- y fruta.

Desayuno sano

Ante las prisas, se puede tomar, por ejemplo, un bol de cereales con yogur y fruta troceada y si se padecen problemas de estreñimiento, nada mejor que un desayuno completo a base de fibra, proteínas y abundantes líquidos para favorecer el tránsito intestinal. También es una buena opción optar por desayunos proteicos, puesto que aportan mayor sensación de plenitud de cara a la hora de la comida y la cena posterior.

Beneficios de desayunar

En general, un buen desayuno está relacionado con:

  • Menor peso corporal: desayunar a diario conlleva hábitos alimenticios y de actividad física regulares, con elección de alimentos más saludables y una ingesta consistente de energía. Resulta que las personas que desayunan regularmente ingieren mayor cantidad de fibra, calcio, vitaminas A, C y riboflavina, cinc y hierro, pero menos cantidad de grasas y calorías. Además, el desayuno cotidiano fomenta la regulación del apetito.
  • Una dieta más saludable. Como pusieron de manifiesto los investigadores españoles el pasado octubre, las personas que desayunan tienen una mejor alimentación en general.
  • Reducción del riesgo cardiovascular al rebajar el colesterol en la sangre, la presión arterial y la diabetes.
  • Regulación del tránsito intestinal y con ello una repercusión positiva sobre el bienestar digestivo. Tras el ayuno nocturno, tomar fibra y líquidos durante el desayuno hidrata el estómago, activa los movimientos del intestino grueso y fomenta la evacuación.
  • Mejor funcionamiento del cerebro: algunos estudios han apuntado que los niños que consumen un desayuno con bajo índice glucémico, a base, por ejemplo, de cereales integrales, fruta o huevos, presentan mejor memoria espacial y atención auditiva, y mejor memoria reciente que los que no desayunan.

Ahora que sabes lo beneficiosa que es esa primera comida del día, ¿seguirás saltándote el desayuno?

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