Conocer los primeros síntomas de esta enfermedad que afecta la circulación cerebral puede ser clave para poder actuar a tiempo. Acudir urgentemente a un hospital ante cualquiera de los síntomas que comentamos a continuación es básico para evitarcomplicaciones y secuelas en un futuro.

Principales síntomas de un ictus cerebral

• Problemas en el habla

La dificultad para comunicarse con normalidad es uno de los primeros síntomas notables de la persona que puede estar sufriendo un ictus. Notará que es incapaz de pronunciar las palabras con normalidad y que su lenguaje se ve afectado o coartado.

• Pérdida de visión

Si la visión se ve afectada y de forma repentina comienza a perderse dicha visión, puede ser un síntoma de ictus. Aunque es cierto que la pérdida de visión o algunos trastornos temporales como ver en “blanco y negro” pueden deberse también a otras molestias o enfermedades como los mareos.

• Subida de la presión arterial

En ocasiones es difícil ser consciente de que la presión arterial se ha incrementado, pero de ser así es uno de los factores precipitantes de un ictus.

• Dolor de cabeza

Es cierto que sufrir un fuerte dolor de cabeza puede ser síntoma de diferentes molestias o ser una en sí misma. Pero si se junta con alguno de los síntomas indicados se hace obligatorio acudir en el momento al médico ante la posibilidad de estar sufriendo un ictus.

• Fatiga inesperada

Cuando la sensación de cansancio es muy fuerte e incontrolable haciendo que quien la sufre no pueda controlar el quedarse dormido, será otra posible causa de estar sufriendo un ictus.

• Fallos en la memoria

El cerebro deja de funcionar con normalidad y pueden percibirse lapsus temporales y desorientación en quien está sufriendo un ictus. Su discurso será incongruente e incluso puede conllevar pérdidas ocasionales de memoria.

• Cambios en los sentidos

Ya hemos comentado que la vista es uno de los principales sentidos afectados pero pueden notarse cambios en otros como el olfato, el oído o el tacto percibiendo variaciones y anomalías.

Para no llegar a tener un ictus también es importante prevenirlo llevando una dieta saludable, practicando deporte, controlando el peso, dejando de fumar, vigilando la tensión y el colesterol, analizando los niveles de azúcar, reduciendo el consumo de alcohol y el estrés.

Además, la rehabilitación post-ictus va tambien a ser clave tanto en la parte física como en la cognitiva para que el afectado vuelva a la normalidad en el mejor estado de salud posible.